Almoharín y Valdemorales piden explicaciones al Obispado por llevar a su parroquia a un cura condenado por corrupción de menores

Este periódico publicó en 2002 el arresto de este sacerdote acusado de distribuir pornografía infantil en Internet. En esa información se precisaba que él no había tomado directamente las fotografías, sino que se dedicaba a extraerlas de páginas web e intercambiarlas con otras personas con las que 'chateaba'. El entonces sacerdote, precisa esta publicación, «se pasaba horas enganchado a Internet, hasta el punto de que su madre, que convive con él, llevó varias veces a desenchufarle el ordenador». En ese momento el Obispado de Coria-Cáceres indicó en un comunicado que «el sacerdote tenía una conducta ejemplar y ha gozado de la estima de cuantos le han conocido y tratado, se siente profundamente arrepentido de estos hechos de cuyo alcance delictivo confiesa que nunca tuvo conciencia». En ese mismo escrito se apuntaba que el Obispado era «el primero en lamentar esa situación» y expresó «su reprobación ante cualquier forma degradante de utilización de las personas y, en concreto, de la elaboración y tráfico de pornografía infantil. El entonces obispo de la Diócesis, Ciriaco Benavente acudió a visitarle al día siguiente de su ingreso en prisión.

El sacerdote por prisión provisional y reconoció el delito, fue condenado a 16 meses de cárcel pero no las cumplió por ser una pena menor de dos años y no tener antecedentes penales. Tras la condena ejerció en distintas localidades de las Hurdes, como Riolobos, Holguera y Valdecín, de donde fue cesado por el anterior Obispo, Francisco Cerro, en 2015.

La alcaldesa de Almoharín señaló a HOY que el párroco no reside en la localidad y que ella le conoció el pasado día 8 de septiembre, día de Extremadura, en el que ofició una misa. Molina indicó que en la localidad la catequesis la imparten mujeres y no el párroco, y también indicó que se reuniría con las familias cuyos hijos se están preparando para este sacramento.

Este diario ha intentado ponerse en contacto con la Diócesis de Coria-Cáceres para recabar información sobre este caso sin obtener respuesta por el momento. El pasado mes de marzo en el primer encuentro que el prelado mantuvo con periodistas tras su nombramiento habló de los delitos por abusos sexuales en la Iglesia y reconocía no haber conseguido «eliminar esta lacra que afecta a toda la sociedad» aunque indicó que «la Iglesia está comprometida con este asunto y se lo ha tomado muy en serio».

También indicó que existe desde marzo de 2020 en la Diócesis una oficina para la recepción y la tramitación de las denuncias por abusos sexuales a menores o personas vulnerables que abrió hace dos años y que no había recibido ninguna reclamación.