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josué solís
Sábado, 10 de agosto 2019, 13:33
Cerca de un millar de personas protestaron este sábado en Montánchez contra los 22 molinos de vientos que una empresa prevé instalar en esta localidad en dos parques eólicos. Los manifestantes realizaron una marcha senderista por la sierra y posteriormente leyeron un comunicado en la plaza del pueblo. El evento, convocado por la Plataforma Cívica Sierra de Montánchez-Natura, contó con la colaboración de diversas asociaciones locales y regionales, así como vecinos y representaciones de otras comarcas turísticas como las Hurdes y la Sierra de Gata.
En la marcha participaron unas 500 personas y concluyó en la plaza mayor de la localidad donde esperaban otros muchos vecinos. En total fueron casi un millar de participantes los que abarrotaron el centro de esta localidad de 1.700 habitantes.
La protesta continuó en la plaza con un acto en el que los promotores de esta queja destacaron los daños e inconvenientes que causan los parques eólicos sobre las zonas turísticas. El principal problema, según defendieron, es que destruyen el crecimiento y aumentan la despoblación en aquellas localidades que han apostado por el desarrollo sostenible invirtiendo sus vecinos en negocios relacionados con los productos locales, la creación de una marca de calidad y el desarrollo del turismo a falta de la instalación otro tipo de industrias.
Los portavoces de la manifestación aseguraron que, en ningún caso, están en contra de la energía eólica, pero sí de su instalación sobre zonas naturales muy sensibles y de gran interés turístico en Extremadura. «Al no estar incluidas en espacios naturales protegidos, se ven abocadas a la destrucción de sus paisajes y su industria artesanal y de producción local», matizaron.
«El caso de Montánchez es muy llamativo ya que los dos parques eólicos que le afectan se sitúan a menos de un kilómetro de la localidad, afectando su entorno económico sobre pequeñas parcelas agrícolas de viñas olivares e higueras, incluso sobre una fábrica de jamones, que se verán afectadas por la excavaciones de zanjas y carriles», indicaron en el acto informativo.
Añadieron que también se verán afectadas viviendas y casas de campo que quedarán bajo los aereogeneradores, así como parcelas dedicadas a la cría de ganado porcino, vacuno, lanar y caballar «que se verán obligados a su abandono sin indemnización alguna, y la desertización, el ruido y el impacto sobre la salud humana, al situarse en el entorno más inmediato de la localidad», concluyeron.
Una de las mayores preocupaciones en Montánchez es el impacto que los molinos de viento pueden tener sobre el turismo. La comarca cuenta con importantes rutas de senderismo sobre zonas de gran belleza paisajista: gargantas, bosques de robles y castaños, posicionadas actualmente entre los itinerarios más transitados en Extremadura por los amantes del senderismo.
Los manifestantes también insistieron en que no entiende que se haya descartado colocar los molinos en la zona más alta de la sierra, junto al repetidor de televisión. Los vecinos culpan al Ministerio de Industria de no autorizar ese espacio para instalar los aerogeneradores, por lo que la empresa decidió acercarlos a la localidad.
Los vecinos en contra de este proyecto destacaron este sábado que ahora comienza el periodo de alegaciones para tratar de parar la iniciativa y que organizarán otros actos de repulsa, incluyendo manifestaciones en todas las comarcas del norte y ante la Asamblea en Mérida.
Por su parte, la empresa promotora del proyecto, Energías Renovables, indica que el proyecto está en su fase inicial, pero mantiene su intención de poner en marcha los dos parques eólicos con una inversión de 70 millones de euros. Desde esta firma defendieron este sábado que, en todo caso, «las actuaciones tendrán como objetivo la máxima preservación del medio ambiente. La fauna se protegerá con medidas adecuadas, alejando los aerogeneradores de zonas ambientalmente protegidas».
Energías renovables también alega que estas instalaciones serán una fuente de riqueza para la comarca. «Si el proyecto sale adelante, se podría llegar a crear, directa e indirectamente más de 350 empleos durante los casi dos años que durarán las obras y otro 10% en las labores de operación y mantenimiento durante los 25 años de su explotación. Los empleos serán ocupados, de manera preferente, por los vecinos de la zona», asegura la empresa.
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