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j. m. camarero/agencias
Miércoles, 20 de marzo 2019, 21:08
A pesar de las diferencias que han exhibido, Endesa tiene el convencimiento de que las tres dueñas de la central nuclear de Almaraz (Iberdrola, Naturgy y ella misma) llegarán a un acuerdo sobre el futuro de la planta antes del 31 de marzo, cuando acaba el plazo para pedir la prórroga de su actividad hasta 2027 y 2028.
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El consejero delegado de Endesa, José Bogas, se mostró este miércoles optimista sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo con sus socios sobre las condiciones de solicitud de la renovación del permiso de Almaraz, pese a que la asamblea de propietarios fracasó el martes en acercar posturas tras varias horas de negociaciones. «Estoy seguro de que antes de la fecha final llegaremos a un acuerdo absolutamente razonable», sostuvo el directivo de Endesa.
Así, las negociaciones de las compañías propietarias de la central para aclarar su futuro vivirán este jueves un nuevo episodio en el que Iberdrola y Naturgy, por un lado, y Endesa, por el otro, acuden con sus posturas enfrentadas después del fracaso en la negociación del martes. Las eléctricas se sentarán en la mesa conscientes de que apenas queda una semana –hasta el 31 de marzo– para decidir si piden al Gobierno la prórroga de la vida útil de la instalación.
Bogas apuntó este miércoles que la firma, con un 36% del capital de Almaraz, mantiene su propuesta de adquirir la participación de Iberdrola (un 53%) y Naturgy (11%) para explotar el negocio de forma individual. Pero Bogas reconoce que ninguno de sus socios van a ceder sus acciones. «Olvidémonos de que vaya a ocurrir eso», afirmó.
El escollo principal entre ambas partes se encuentra en las inversiones que Almaraz necesitaría para mantener su actividad durante la próxima década, tras solicitar 7,4 años más de vida útil de la instalación. Iberdrola y Naturgy quieren esperar a que el Consejo de Seguridad Nuclear se pronuncie sobre el importe de esas futuras inversiones, y después que cada compañía decida si compensa seguir, mientras que Endesa considera que el negocio puede seguir adelante sin esa condición.
«Las posturas están muy enfrentadas», admiten fuentes cercanas a la negociación, donde no descartan que la reunión de este jueves vuelva a resultar un fracaso. También indican que llegarán con un mayor grado de flexibilización en su posición para lograr un consenso. De hecho, otras fuentes del sector admiten que el Gobierno estaría tratando de aunar posiciones para que las eléctricas lleguen a un acuerdo y la central no se vea abocada a cerrar mucho antes de lo previsto.
Las tres empresas firmaron un protocolo con la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) para el cierre ordenado del parque nuclear español, con un calendario que fija el cierre para cada instalación entre 2025 y 2035.
De acuerdo con el protocolo firmado, que Endesa defiende con firmeza, el permiso se solicitaría por los años pactados para cada uno de los dos reactores de Almaraz con Enresa, es decir, 7,4 años para el grupo I y 8,2 años para el II, con lo que la planta operaría hasta 2028.
Dicho protocolo fija un cronograma de los plazos hasta los que pueden seguir operando las centrales, el plan de desmantelamiento y limita al 20% el incremento que habría que hacer en la tasa con la que las compañías contribuyen al fondo de Enresa para poder sufragar el desmantelamiento de centrales.
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