María Guardiola se acercó a saludar al personal de la central nuclear y a los alcaldes del entorno que les apoyaban. MAM

El futuro de la comarca, entre Almaraz y la llegada de las nuevas inversiones

Harán falta cientos de viviendas y nuevas infraestructuras y servicios, al tiempo que se reforzará la FP Dual en enseñanzas relacionadas con la planta

Lunes, 8 de julio 2024, 21:17

El acto que se celebró este lunes Navalmoral de la Mata, con asistencia del presidente del Gobierno, dejó una imagen, cuando menos, llamativa. Mientras unos alcaldes acompañaban a Pedro Sánchez en el Teatro del Mercado, otros sostenían la pancarta exhibida por los trabajadores y ... trabajadoras de la central nuclear de Almaraz para pedir que no se cierre.

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Una imagen que refleja tanto la ilusión que despierta en todo el Campo Arañuelo la construcción de la gigafactoría de baterías como la preocupación que existe por el final de la vida útil de la planta almaraceña

De hecho, en un comunicado que hicieron público los operarios de la central aclaran que no están en contra de la fábrica de baterías, sino todo lo contrario. Están a favor de sumar. «Ambos tenemos un objetivo común en el proceso de descarbonización de nuestra sociedad. Nos causa molestia el discurso de que la gigafactoría sustituirá en el entorno socioeconómico a la central nuclear para compensar su cierre, siendo necesario para la región la coexistencia de ambas industrias para el desarrollo de la misma».

De la misma opinión son los alcaldes y alcaldesas que estuvieron tras la pancarta, empezando por el de Almaraz, el socialista Juan Antonio Díaz Agraz, respaldado por sus homólogos de Belvís de Monroy, Majadas de Tiétar, Saucedilla, Serrejón, Toril o Valdecañas de Tajo. También por la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, que se acercó a ellos unos segundos para mostrarles su apoyo.

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En cuanto a Navalmoral de la Mata, la población donde se ubicará la gigafactoría, se enfrenta a un reto similar al que ya tuvo, en décadas sucesivas, con la construcción de la presa de Valdecañas, de la propia central nuclear o del hospital Campo Arañuelo y su puesta en marcha. Esto es, que faltan viviendas, infraestructuras y servicios para acoger a los cientos de trabajadores, y sus familias, que se anuncian.

En el apartado residencial, existen varias zonas que esperan desde hace años su desarrollo urbanístico, como el PIR de Los Viñazos, situado en uno de los márgenes de la carretera de Rosalejo, a pocos kilómetros de Expacionavalmoral; o las unidades de actuación 14 y 15, en pleno casco urbano, en las eras del Cerro.

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Pero también hará falta más dotación sanitaria y educativa, de tal forma que está previsto en este apartado incrementar los ciclos de Formación Profesional Dual que ya se imparten en el instituto Zurbarán, como automatización y robótica industrial.

Sin olvidar, por otro lado, que una parte de la población está 'patas arriba' por las obras del tren de altas prestaciones en superficie y los cambios que conllevará en la trama urbana.

Todo ello ha llevado al actual Gobierno municipal a asumir una asignatura que estaba pendiente desde hace tiempo: la redacción de un nuevo Plan de Urbanismo que lo ordene.

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La expectación y la ilusión es similar en el resto del Campo Arañuelo por la creación de empleo masiva que se anuncia, en contraposición con el cierre de la CNA, previsto para 2027 y 2028, y el futuro, siempre incierto, del sector del tabaco.

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