
Secciones
Servicios
Destacamos
La imagen es impactante: el Tajo a su paso por el Salto del Gitano cubierto por una capa verde que oculta el agua. Es una fotografía insólita en el corazón de Monfragüe y se explica por la 'Azolla filiculoides', más conocida como helecho de agua (o helecho mosquito). Es una planta exótica invasora que ha tomado ya la mayor parte del río a su paso por el parque nacional. Hasta el punto de que en algunos tramos, visibles desde la carretera, esta especie exótica ocupa el cauce de orilla a orilla.
No es la primera vez que esta planta aparece en la región, pero nunca lo había hecho con tanta intensidad. «La explosión que se está registrando en estos días es mayor a cualquiera que haya habido hasta ahora en el Tajo», sitúa la Consejería de Transición Ecológica y Sostenibilidad, que no obstante, lanza un mensaje tranquilizador. «Desde el punto de vista de la conservación de la Naturaleza, y a pesar de la espectacularidad del proceso, no se están produciendo daños significativos sobre las especies protegidas», asegura. «Considerando que ahora es época de reproducción y cría de numerosas especies protegidas, no es conveniente intervenir en la zona afectada», añade la Junta, que define a este helecho herbáceo y flotante como muy invasor por su gran capacidad reproductiva y su rápido crecimiento cuando las condiciones son las idóneas.
Ese ambiente en el que la 'Azolla' se encuentra cómoda y se multiplica son entre 20 y 22 grados centígrados. Fuera de este margen muere de forma natural, asegura la Consejería, que cree que no se puede comparar esta planta con el camalote que tanto daño ha causado en la cuenca del Guadiana en los últimos años. Aún así, «la excepcionalidad del fenómeno en comparación con otros años hace que debamos ser cautos», previene la Administración.
La primera vez que se tuvo noticia del helecho de agua en la región fue en 1982. Cuatro años más tarde asomó por Monfragüe, y se registraron episodios en 2009 en el embalse de Cedillo, en 2010 en la cuenca del Guadiana y en 2016 en el río Almonte. «Este año –detalla la Junta– se está produciendo una proliferación muy importante en diversos tramos del embalse de Cedillo y en algunas zonas del pantano de Alcántara, especialmente en el tramo localizado en el parque nacional de Monfragüe».
Originaria de América Tropical y presente en zonas de España y Portugal, el helecho de agua crece «en mucha menor medida que el camalote», precisa la Consejería. Lo hace no solo sobre la superficie del agua sino también debajo de ella, características que hacen que su eliminación sea compleja pero que «también explican que sus efectos ambientales sean menos importantes».
Esos daños que causa al medio son similares a los de otras plantas invasoras. Esto es: modifican los ecosistemas al reducir la concentración de oxígeno disuelto en agua y disminuir la capacidad de penetración de la luz. Esa capa que crean sobre el cauce hace que los rayos del sol no puedan penetrar, lo que empobrece el hábitat acuático. «En todo caso –asegura la Junta–, en los anteriores episodios ocurridos en la región no se han producido daños importantes a especies piscícolas, dado que estas tienen una amplia capacidad para desplazarse fuera de estas masas, y en los estudios de episodios anteriores tampoco se describen daños sobre las comunidades y los invertebrados». «Como conclusión, durante todos estos años no se ha detectado un impacto sobre la biodiversidad ni sobre la economía de las localidades próximas a la zona invadida», añade la Consejería de Transición Ecológica y Sostenibilidad, que cita como fuente los estudios realizados en los últimos años para medir el efecto de esta planta en la cuenca del Tajo. No obstante, precisa que para conocer las causas de la explosión de estos días, hay que analizar las condiciones ambientales que la acompañan.
Por su parte, la Confederación Hidrográfica del Tajo comenta que una vez que tuvo conocimiento de que la 'Azolla filiculoides' había aparecido en los embalses de Cedillo y Alcántara, se lo comunicó a la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, tal como manda el protocolo de alerta para la vigilancia de especies exóticas. También informó a la Junta, «por ser la competente en gestión de la flora y en elaboración y desarrollo de planes de prevención y control», concreta la CHT, que está analizando la afección de la plaga a la calidad del agua.
También está estudiando «las causas que han podido generar la situación actual de desarrollo de la especie muy superior a la que se había producido hasta ahora», explica el Gobierno extremeño, que añade que si del seguimiento en curso se determinara la afección a especies, valorará el tipo de intervención a realizar. Los dos organismos (Junta y Confederación) están «evaluando la situación –afirma la Consejería–, de forma que en función del desarrollo de la especie se decidirá sobre la conveniencia o no de actuar y la forma de hacerlo».
Publicidad
Cristina Cándido y Álex Sánchez
Lucía Palacios | Madrid
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.