R. H.
Jueves, 18 de enero 2024, 12:18
Un hombre fue sorprendido por los agentes de la Guardia Civil cuando movía una carga de aceituna que había sido precintada previamente en Salvatierra de Santiago por no ser apta para el consumo. Es el responsable de un punto de compraventa de aceitunas y se le investiga como supuesto autor de los delitos contra la salud pública (en grado de tentativa), desobediencia y falsedad documental.
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Los hechos se remontan al pasado 21 de diciembre, cuando los agentes pertenecientes al Equipo Roca de Cáceres detectaron, en la citada localidad, un punto de recogida de aceitunas ilegal, donde se almacenaban 15.000 kilos de aceituna en el suelo, en condiciones higiénico-sanitarias inadecuadas, explica la Guardia Civil en nota de prensa.
Los agentes del Equipo Roca presenciaron el momento en el que se estaba realizando la carga de las aceitunas en un camión que se encontraba en el punto de recogida.
Previamente, tras la inspección realizada junto personal adscrito al Servicio Extremeño de Salud, se había procedido a la inmovilización y precintado de esas aceitunas, por ser consideradas no aptas para el consumo humano.
Desde entonces, los agentes de la Benemérita estuvieron controlando y supervisando el destino de las aceitunas inmovilizadas, siendo el pasado 29 de diciembre cuando, tras personarse en el lugar de inmovilización del fruto, los agentes observaron cómo había sido retirado, sin autorización, el precinto de inmovilización y las aceitunas estaban siendo cargadas en un camión que allí se encontraba.
Las averiguaciones realizadas por los agentes en ese momento, pusieron de manifiesto que la intención del transporte era la de entregar las aceitunas en una almazara para su transformación en aceite, reintroduciendo así el fruto en la cadena alimentaria y, por tanto, desobedeciendo la decisión adoptada por la autoridad sanitaria competente, tras haber declarado que estas aceitunas no eran aptas para el consumo humano.
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Ante esta situación, se solicitó la presencia de los servicios veterinarios de la Junta de Extremadura, quienes levantaron acta de los hechos, quedando inmovilizadas nuevamente las aceitunas hasta su destrucción o destino a un uso «no alimentario», de todo lo cual fue informado el responsable de los hechos.
Asimismo, «los agentes descubrieron que este había falsificado, supuestamente, hasta diez documentos relativos a la trazabilidad de la aceituna, con el fin de justificar su procedencia y otorgarle un origen lícito», indica el instituto armado. Estos documentos los había obtenido de varios vecinos de la localidad, a quienes les había comprado aceitunas, y habrían sido redactados por él mismo, en un momento posterior a la entrega, todo ello con el presunto ánimo de justificar el desplazamiento de las aceitunas y conseguir así su introducción en la cadena alimentaria.
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El responsable del punto de recogida ha sido investigado como supuesto autor de los delitos contra la salud pública, en grado de tentativa, por el riesgo para la salud de los consumidores de introducir en la cadena alimentaria un producto no apto para el consumo humano; de desobediencia, al haber incumplido la orden de inmovilización de las aceitunas; y de falsedad documental, al haber alterado la trazabilidad de la aceituna.
La Guardia Civil de Cáceres continúa con las investigaciones para determinar el alcance de los hechos y la posible implicación de otras personas.
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