Jesús Pulido se convierte este sábado en el obispo número 119 de Coria-Cáceres

Jesús Pulido Arriero (Santa Ana de Pusa, Toledo, 1965) se convertirá este sábado oficialmente en el obispo número 119 de Coria-Cáceres 74 días después de que el Vaticano hiciera público su nombramiento como sucesor de Francisco Cerro Chaves al frente de la Diócesis, que lleva dos años vacante. La ceremonia se celebrará en el interior de la Catedral de Coria y comenzará a las once de la mañana. Está previsto que se prolongue hasta la una de la tarde.

El aforo está limitado a 500 personas por motivos de seguridad. Se han repartido 350 invitaciones y habrá 150 sillas libres detrás del coro a disposición del público que quiera seguir la ceremonia desde dentro. Entre los invitados que han confirmado su asistencia se encuentran los 30 obispos y los 150 sacerdotes que asistirán al acto. El nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, presidirá la misa, que estará concelebrada por Francisco Cerro, actual arzobispo de Toledo, y Celso Morga, arzobispo de Mérida-Badajoz.

Pulido Arriero se hospeda en la ciudad, en el hotel Palacio de Coria que hay justo al lado de la Catedral. Este viernes participó en un ensayo y, posteriormente, en el juramento de fidelidad y procesión de fe, un acto privado previo a su ordenación como obispo.

Entre los asistentes a la ceremonia habrá un nutrido grupo de paisanos del nuevo obispo. Desde Santa Ana de Pusa está prevista la llegada dos autobuses. Otro autobús lo hará desde Madrid. En su interior viajarán integrantes de la Conferencia Episcopal Española, donde trabajaba hasta ahora el nuevo prelado como responsable de la Biblioteca de Autores Cristianos y como secretario técnico de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe.

Pulido también está estrechamente ligado a la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, una agrupación internacional que trabaja para fomentar las vocaciones. Dos obispos de esta hermandad, uno destinado en California y otro en Bolivia, han viajado hasta Coria para arropar al prelado. También estará el máximo representante de la Iglesia de Portalegre-Castelo Branco, fronteriza con la Diócesis.

Ante la previsión de que haya gente que no pueda entrar en la Catedral de Coria, la organización ha dispuesto cien sillas en el exterior del templo –en la misma plaza– para seguir la ceremonia a través de una pantalla gigante retroiluminada.

Quince años después de la última ordenación episcopal, Coria vuelve a convertirse hoy en el epicentro de la Diócesis. La ceremonia estará marcada por un ritual cargado de simbología, como la imposición de manos sobre el nuevo prelado, la entrega del anillo, de la mitra y del báculo.

El nuevo obispo de Coria-Cáceres no tendrá tiempo para descansar demasiado porque este domingo le espera una doble cita en Cáceres. Por la mañana, a las doce, visitará el Santuario de la Virgen de la Montaña y conocerá la colección de mantos de la patrona. Y por la tarde, a las 18.30 horas, oficiará una misa en la Concatedral de Santa María para presentarse ante la sociedad cacereña. Hasta 200 personas podrán sentarse en los bancos con las restricciones de aforo aplicadas. Se dispondrán, además, 150 sillas en los laterales respetando los accesos y las salidas de emergencia.

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