NATALIA REIGADAS , CELESTINO J. VINAGRE
Martes, 21 de diciembre 2010, 20:49
La perdición de María (nombre simulado), una chica de 14 años que vivía confortablemente en una vivienda de la calle Serrano de Madrid, fue enamorarse, o encapricharse, de un joven de 22 años. Era rumano y le convenció para dejar Madrid y irse a vivir con él a Arroyo de San Serván. Lo hizo. Pero en Extremadura, el cuento de María se transformó en una terrible pesadilla. Desde septiembre, la chica vivió en una enorme casa de la calle La Sierra, pero no era un palacio sino un soberbio cuchitril, donde unos 30 rumanos vivían hacinados y ella estaba retenida para, por las noches, ser forzadas a mantener actos sexuales con vecinos de Arroyo.
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Su tortura acabó el pasado sábado 4 de diciembre cuando Pedro José, un policía local en segunda actividad, que intuía la historia, se presentó a las nueve de la mañana y consiguió liberarla. La menor, puesta después en manos de la Guardia Civil, fue trasladada para revisión médica en Badajoz. La menor ya se encuentra en Madrid mientras el Juzgado de Instrucción nº1 de Montijo tramita judicialmente sobre el que se ha declarado secreto de sumario.
Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil detuvieron el pasado sábado a doce personas, cinco arroyanos y otros siete rumanos, que se pueden enfrentar a los delitos de agresión sexual, prostitución, corrupción de menores y detención ilegal. Los cinco españoles están en libertad con cargos desde el lunes por la tarde. Mientras, los rumanos permanecen en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Badajoz.
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