¿Qué ha pasado hoy, 7 de febrero, en Extremadura?

Saber decir "no"

Hacer algo que realmente no se quiere hacer sólo por miedo a negarse nos hace replantearnos nuestra manera de comunicarnos, nuestro nivel de asertividad, nuestras prioridades y la seguridad que tenemos en nosotros mismos

Lucía Madera del Río

Domingo, 10 de enero 2016, 09:26

El hecho de decir NO a cualquiera de las peticiones que se nos presentan cada día en nuestra vida cotidiana supone un esfuerzo importante para muchas personas en la actualidad.

Publicidad

¿Alguna vez dijiste sí, queriendo decir un no rotundo?

El poder quedar mal ante los demás, el que se le pueda juzgar de manera errónea o tener la necesidad imperiosa de evitar cualquier controversia con los demás son hechos que hacen de barrera o impedimento a la hora de poder poner nuestras prioridades y deseos por delante de las necesidades de los demás.

Hacer algo que realmente no se quiere hacer sólo por miedo a negarse nos hace replantearnos nuestra manera de comunicarnos, nuestro nivel de asertividad, nuestras prioridades y la seguridad que tenemos en nosotros mismos.

No hay que confundir la humildad o los favores con la presión, el chantaje y la obligación. La libertad de uno mismo debe permanecer intacta ante cualquier conducta o decisión.

Muchas veces nos hemos visto obligados o comprometidos a comportarnos de alguna manera determinada por miedo a las consecuencias de decir no y esto es lo que limita nuestra libertad y destruye el control que debemos tener sobre nuestros actos y sobre nuestra vida en general.

Actuar en base a nuestras propias convicciones es lo único que evitará sentimientos de culpa y rabia hacia nosotros mismos, por lo que hay que afrontar el hecho de que saber negarse a las peticiones de los demás no supone más que una decisión que hay que tomar para poder estar bien con uno mismo.

Publicidad

¿Cuáles son las características de este tipo de personas?

Cuando hablamos de personas incapaces de negarse a cualquier exigencia externa nos basamos en un perfil claro en el que se da un desequilibrio importante entre los propios deseos y los actos, es decir, no van de la mano el comportamiento con las propias necesidades, ya que este tipo de personas priorizan ante todo el agrado a los demás, dejando en un segundo plano sus propios deseos.

Lee el post completo en el blog Positiva-Mente

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.

Publicidad