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Antonio Gaudí ya es venerable, el segundo paso para poder convertirse en santo. El Papa Francisco aprobó este lunes el decreto que reconoce las «virtudes ... heroicas» del arquitecto catalán, al que la Iglesia católica ya consideraba «siervo de Dios», en la reunión que mantuvo con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos. El purpurado italiano adelantó hace unos días que en la última asamblea ordinaria de este 'ministerio' vaticano, los historiadores, teólogos, cardenales y obispos convocados aprobaron por unanimidad la causa del artista que diseñó el templo de la Sagrada Familia de Barcelona. Gaudí alcanza así una nueva etapa en el camino de la santidad. Si a partir de ahora se produce un milagro debido a su intercesión podría ser beatificado, mientras que para la canonización haría falta un segundo milagro que tuviera lugar tras la beatificación. Con la declaración de venerable, el Papa confirma que Gaudí vivió de acuerdo a las virtudes teologales y morales cristianas.
Nacido probablemente en Reus el 25 de junio de 1852 y fallecido el 10 de junio de 1926 en Barcelona al ser atropellado por un tranvía, Gaudí está considerado el máximo exponente del modernismo catalán. De hecho siete de sus obras están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad que realiza la Unesco. Hombre de profundas convicciones religiosas, hasta el punto que consideró el diseño y la construcción de la iglesia de la Sagrada Familia su principal misión en la tierra, a Gaudí se le conoce como 'el arquitecto de Dios'. De hecho, cuando consagró el imponente templo catalán en 2010, el Papa Benedicto XVI lo consideró un «arquitecto genial y cristiano consecuente, con la antorcha de su fe ardiendo hasta el término de su vida, vivida en dignidad y austeridad absoluta».
También celebró entonces el Pontífice alemán la «seguridad» con la que Gaudí afrontaba las «innumerables dificultades» que surgieron en la construcción del templo, al estar siempre «lleno de confianza en la divina Providencia». Con su obra, en definitiva, fue capaz de crear en Barcelona «un espacio de belleza, de fe y de esperanza». Que Gaudí era un tipo singular le quedó claro también a Elies Rogent, director de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, donde el artista culminó sus estudios en 1878. «No sé si hemos dado el título a un loco o a un genio, el tiempo lo dirá», comentó entonces Rogent en una frase que pasó a la historia. Luego llegarían los exitosos trabajos para el industrial Eusebi Güell hasta que optó por alejarse de la fama y de la vida social para centrarse en el misticismo y la religión, plasmadas en su magna obra, la Sagrada Familia, a la que dedicó 40 años de profesión.
El proceso de beatificación de Gaudí, cuya fama de santidad le rodeó en vida, fue iniciada hace hace 30 años por la Asociación Pro Canonización, fundada en 1992 y que el actual arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, relanzó en 2023 al refundarla como asociación canónica. Ese año fue presentada al Dicasterio de las Causas de los Santio la 'positio', el texto que resume la biografía, los testimonios de los testigos y los documentos escritos y obras realizadas por el arquitecto catalán.
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