¿La sal rosa del Himalaya es más saludable que la sal común?

La sal, ese condimento que nunca falta en nuestras cocinas y mesas, ha sido durante siglos un elemento esencial en nuestra alimentación. Sin embargo, ya todos sabemos que su consumo excesivo se ha convertido en un problema de salud global. A medida que la conciencia sobre la importancia de una alimentación equilibrada y saludable crece, también lo hace la preocupación por los efectos nocivos de la sal en nuestro organismo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dejado muy claro que recomienda consumir menos de cinco gramos de sal por día (equivaldrían a una cuchara de café de sal fina). El objetivo de esta recomendación es claro, prevenir la hipertensión arterial y disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en adultos.

Por eso, a medida que nos concienciamos, surgen alternativas 'saludables', como es el caso de la sal del Himalaya. Mucho se habla sobre la sustitución de la sal por esta que parece tener propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Pero, ¿cuánto hay de cierto en esto?

Pues bien, la sal del Himalaya es más saludable que la sal común por tener mayor contenido de minerales como calcio, magnesio, potasio, entre otros. Sin embargo, el 98% de la sal del Himalaya es cloruro de sodio, mientras que el 99% de la sal común es cloruro de sodio. 1 gramo de cloruro de sodio contiene 400 mg de sodio y 600 mg de cloruro. Por lo tanto, la sal rosada tiene prácticamente la misma cantidad de sodio que la sal común. Entonces, aún cuando se consuma la cantidad diaria máxima recomendada por la OMS, sería imposible tener una ingesta significativa de minerales con esa cantidad de sal rosada.

En resumidas cuentas, por tanto, una sal no es «más saludable» que otra.

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