SOCIEDAD

La Legio VIIII toma el valle del Guadiana

Durante un fin de semana, los 'legionarios' ponen en práctica las tesis de la investigación histórica Un grupo de aficionados a la Historia de Roma recrea un campamento militar junto a Mérida

JUAN SORIANO

Domingo, 6 de junio 2010, 15:34

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Javier Santana se dedica a la seguridad privada, pero una de sus grandes aficiones es la esgrima clásica, una especialidad de la que es instructor en Sevilla, su localidad de origen. Esta práctica le llevó a otra pasión: recrear la vida militar romana como si de un auténtico legionario se tratase. Una o dos veces al año, dependiendo del programa que establezcan sus compañeros, se convierte en Aulo Quinto Eliano, su nombre romano.

Aulo Quinto Eliano es uno de los miembros de la Legio VIIII Hispana (no IX, numeración que se empezó a emplear en la época del Alto Imperio), la legión que se formó con habitantes de la Península Ibérica después de que el poder de Roma se impusiera en las guerras cántabras. Durante varios días, vive junto a sus compañeros como un verdadero soldado romano, con las prácticas de la época y llamándose por sus nombres romanos, hasta el punto de que «hay algunos de los que ni siquiera sé su nombre real».

Este grupo de recreación práctica forma parte de la asociación cultural Hispania Romana, una organización sin ánimo de lucro y de ámbito nacional que acoge a personas de diferentes localidades, edad, estudios y profesiones, que comparten un interés común por el conocimiento de la antigüedad y, en especial, por la presencia romana en España y el Mediterráneo.

Investigar y practicar

Sus objetivos consisten en investigar, divulgar y preservar el patrimonio. En esta línea, cuenta con un equipo de reconstrucción militar propio, la Legio VIIII Hispana, creado en el año 2005. Durante este fin de semana, cerca de una veintena de los miembros de este grupo se ha asentado en Don Álvaro, a pocos kilómetros de Mérida. El lugar elegido es la casa rural Quinta del Triario, que reproduce fielmente una villa de recreo romana.

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La recreación histórica no pretende sólo dar rienda suelta a una afición, sino que cuenta con una importante base de investigación. El objetivo es poner en práctica las tesis de los especialistas para comprobar su aplicación real en el mundo antiguo romano.

Por ejemplo, este fin de semana se ha aprovechado para estudiar cómo vadeaba un río una legión romana. Esta prueba ya se ha llevado a cabo en una ocasión anterior, pero nunca en un río tan caudaloso ni ancho como el Guadiana en las cercanías de Don Álvaro. Por primera vez, también se han empleado mulas, aunque sin carga.

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Como indica Aulo (Javier Santana), el resultado, tras más de tres horas de práctica, es que este tipo de operaciones militares son factibles tal como narran las fuentes: con toda la impedimenta atada al escudo, que a su vez se colocaba sobre la cabeza del soldado hasta buscar un punto de equilibrio.

«El objetivo es ser lo más fiel posible, dentro de los conocimientos que tenemos», señala Santana. «Huimos de inventarnos cosas o de suponer algo, y vamos sólo a aspectos documentados». Por ejemplo, para plantear la ordenación del campamento se emplea una groma, un instrumento de medida que permite comprobar las alineaciones y la disposición de perpendiculares.

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La recreación, como es lógico, tiene sus límites. Entre otras cuestiones, por aspectos económicos. Por ejemplo, los escudos deberían ser de cuero con remaches de bronce. En su lugar, se elaboran de lino pintado y un metal más barato. Pero la forma, las dimensiones y el modo de empleo se respetan fielmente. Lo mismo ocurre con las tiendas de campaña. No son de piel, como las romanas, sino de tela. Pero su distribución y el modo de empleo es totalmente respetuoso con las originales.

Gracias a sus fundamentos históricos, este grupo, formado por personas de distinta procedencia y profesión, puede aportar a la investigación una nueva vía para conocer el verdadero mundo romano.

«El objetivo es ser lo más fiel posible; huimos de inventarnos cosas o de suponer algo, y vamos sólo a aspectos que estén documentados»

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