¿Qué ha pasado hoy, 22 de febrero, en Extremadura?
En la calle. Varios vecinos, ayer, a las puertas del local. :: CHENCHO
CÁCERES

Bingo con abanicos en Aldea Moret

El Ayuntamiento ya ha tramitado el alta en Iberdrola, pero el PP denuncia que el local carece de seguro y contrato de cesión El Hogar de Mayores aún sigue con luz de obra y sin el aire acondicionado

M. M. N.

Miércoles, 14 de julio 2010, 02:09

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Veintiún días después de inaugurarse, en el nuevo Hogar de Mayores de Aldea Moret aún funciona la luz de obra. Ayer a mediodía fue la última vez que los técnicos de Iberdrola acudieron para cortarla, aunque tras las gestiones del presidente de la Asociación de la Tercera Edad, Lorenzo Salor, se logró un margen de «un par de días más». No es la primera vez que ocurre. La empresa Mego acabó sus trabajos hace tiempo y el pasado 23 de junio la alcaldesa entregó las llaves de las nuevas dependencias al propio Salor, en presencia de una nutrida representación de los vecinos del barrio. A fin de cuentas se trata de una moderna instalación, en la que se han invertido 350.000 euros con el Plan E y que dispone de unos 300 metros cuadrados en los que se incluyen servicio de peluquería, podología y bar. Ni la cafetera ni el aire acondicionado funcionan por falta de potencia.

«Es una irresponsabilidad. Fueron a hacerse la foto y no resuelven los problemas existentes. No tienen ni teléfono, ni antena de televisión, ni aire acondicionado. Ni siquiera se ha hecho el contrato de cesión», denuncia la concejala popular, Basilia Pizarro, que advierte de que tampoco el seguro existente es válido al haberse habilitado el nuevo Hogar de la suma de otros cinco locales existentes. Participación Social responde que ya ha pedido hace días el alta de luz a la empresa Iberdrola y recuerda que, por fin, los mayores del barrio disponen de «un hogar digno».

La situación más llamativa se produce cada lunes. Los vecinos organizan una sesión de bingo en la que se reúnen unas 60 personas. Al no poder ponerse el aire acondicionado, la imagen más típica es la de los abanicos a pleno ritmo entre juego y juego.

«Es horrible el calor que pasamos y no es solo eso. No podemos ni usar la cafetera porque se va la luz», resalta Lorenzo Salor, que reconoce que los técnicos municipales le han advertido de que el local no debía estar abierto: «Me dicen que no se ha hecho la inspección de la instalación eléctrica, pero lo cierto es que a mí me dieron la llave. ¿Qué somos?, ¿ilegales?», se pregunta.

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