Unos 5.000 jóvenes acuden al 'macrobotellón' de la Primavera

Una marea humana se congregó ayer en torno al recinto ferial de Caya para recibir la Primavera. La llegada de la Semana Santa viene marcada en el calendario por la cita del 'macrobotellón'.

Unos 5.000 estudiantes universitarios y de enseñanza media se agruparon en la explanada del ferial. Se trata de una concentración espontánea, convocada por mensajes de texto y las redes sociales de Internet. Las nuevas tecnologías, y el tradicional boca a boca, se han convertido en los mejores aliados para estos eventos. Nadie se quiso perder la cita.

Sombrillas, neveras en mano y mucho alcohol decoraban la estampa. Otro de los compañeros indispensables eran las gafas de sol. La congregación comenzó a las 17:00 horas con temperaturas que superaban los 35 grados. Tres horas más tarde el mercurio no bajaba de los 30. El calor era sofocante. No corría ni una pizca de viento, pero ninguno de los participantes parecía importarle.

La avenida de Elvas presentaba un tránsito constante de ciclistas, caminantes y corredores. Disfrutaban de su rato de deporte junto al desfile de jóvenes con bolsas en mano. Caminaban hacia el acceso al botellón. Otros accedían al recinto en autobuses repletos. Todos tenían claro la parada en la que se bajaban, la más cercana a la institución ferial Ifeba.

La juerga comenzaba en el pórtico del ferial. La masa humana se había desplazado unos metros adentro y rodeaba los muros del parque acuático 'Lusiberia'. Todos los jóvenes permanecían agrupados. Sus pies resguardaban las bolsas de plástico. No las utilizaban para guardar la merienda. En ellas resguardaban las botellas de tinto, cerveza, ron o whisky. El ambiente olía a alcohol alrededor de los muros del parque.

El ruido en el interior del algarabía era ensordecedor. Había numerosos coches con el capó abierto y música a todo volumen. Sonaba una mezcla de músicas. Los ritmos del bacalao y house se combinaban con los últimos éxitos de los 40 Principales. Algunos habían transportado para la ocasión altavoces que colocaron fuera de los vehículos.

Oferta de ocio barata

Un 'botellón', comprado en el supermercado, cuesta entre 15 ó 20 euros. Por este módico precio los jóvenes pueden beber sin que su bolsillo sufra demasiado. Una de los jóvenes que disfrutaba junto a sus amigos de esta concentración era María José Mira, una emeritense que estudia en la ciudad un ciclo de Formación Profesional de Comercio Márqueting. María José destaca que «es una forma barata y divertida de pasar un rato con sus amigos». Ha tenido conocimiento de la concentración «gracias a la red social Tuenti», explica. A través de la red confirmó en una convocatoria que iba a asistir al 'botellón'.

Pedro Tena era otro de los asistentes. Pedro estudia Ingeniería y no se pierde nunca esta cita anual. La tiene marcada en el calendario. «Está muy bien al ambiente, hay mucha gente», señala este pacense de 21 años. «Es un día especial a lo que se hace los fines de semana», añade junto a sus amigos.

Otra de las asistentes es Lorena Zambrano, una bajadocense de 21 años que estudia Bachillerato. Le gusta venir a la Fiesta de la Primavera. «En el recinto lo pasas bien. Echas la tarde con los amigos y hay buen ambiente», explica. Lo único que no le gusta ha sido el traslado del botellón de las puertas del Lusiberia.

Con la caída del sol el ambiente tomaba otro color. El ánimo aumentaba gracias al 'puntillo' alegre que aporta la ingesta de una copa. Los agentes extremaron el control sobre el recinto. En su mente permanece el recuerdo del macrobotellón de Sevilla, donde un joven falleció tras resultar herido por un arma blanca. Finalizada la concentración se esperaba la llegada de los trabajadores de la limpieza, a fin de recoger cientos de kilos de desechos sobre el asfalto.