Un oasis a un paso del centro urbano

Si hay un sitio en Plasencia donde encontrar ambiente a cualquier hora un día de verano, ese es el parque de la Isla cuyo atractivo se incrementa este agosto con las actuaciones lúdicas que arrancaron el martes con un espectáculo de magia. Con la llegada del calor, esta zona verde situada a pocos metros del centro histórico, se convierte en el lugar más concurrido del verano placentino. La variedad de actividades que ofrece este espacio lo convierte en lugar idóneo para el disfrute de distintos colectivos, desde familias con niños, hasta parejas, grupos de jóvenes, personas acompañadas de sus mascotas o jubilados.

Por la mañana y a última hora de la tarde, los deportistas aprovechan la frescura del río para correr, montar en bicicleta, patinar o pasear. Es el caso de Ernesto Fernández que practica con la piragua en el río y también utiliza el gimnasio de la escuela de piragüismo, ubicado también en la Isla. «Me paso el verano aquí, es como un pequeño oasis dentro de la ciudad, la temperatura baja respecto al centro, es un lujo», opina el deportista.

En las horas centrales del día, las más calurosas, llega el turno de los bañistas. Los niños son los principales usuarios de los canales de la Isla. Aunque también hay algunos mayores que llevan toda la vida bañándose en estas aguas. Como Luis y Fidel, dos jubilados asiduos del parque, de los más veteranos, pues cuentan que llevan acudiendo «desde que se abrió». Es su lugar favorito para bañarse y pasear «porque les cae cerca, es gratis y el agua es más natural que en otras piscinas», comentan los dos amigos.

A media tarde comienzan a llegar familias cargadas con mesas, sillas y neveras que se disponen a tomar la cena al fresco. Comparten espacio con pandillas de veinteañeros, como la de Nuria Bermejo y Raúl Moreno, que eligen la Isla «porque es gratis, relajante y espacioso, no hay que pelearse por la sombra como en otras piscinas», explican los jóvenes.

Locales y visitantes disfrutan de todas las posibilidades que ofrece la Isla. Pero también encuentran cuestiones que podrían mejorarse. La falta de vigilancia y el estado del césped son los problemas detectados este año por los usuarios. «Hay gente que se baña vestida, meten a los perros en las duchas, no hay nadie que lo controle; y el césped tiene muchas calvas», critican.