¿Qué ha pasado hoy, 14 de marzo, en Extremadura?
Las Tres Campanas. El histórico edificio de la Plaza de la Soledad que albergaba antes una juguetería se quiere convertir en un 'hotel boutique'. En 2010 empezó a ponerse en marcha el proyecto y los promotores siguen a la espera de las últimas licencias. :: J.V.A.
PROYECTOS DE HOTELES PENDIENTES

La ocupación hotelera anual no supera el 40%

Actualmente la ciudad tiene una sobreoferta de habitaciones, sobre todo por la caída del turismo de congresos

ROCÍO SÁNCHEZ RODRÍGUEZ@hoy_rosanchez

Miércoles, 27 de marzo 2013, 02:26

La capital pacense tiene pendientes tres proyectos hoteleros desde hace tres años. Dos de ellos, de momento, se pueden dar por perdidos; el otro, dicen los promotores, sigue adelante. Este último es el de Las Tres Campanas. El edificio de la famosa juguetería de la Plaza de la Soledad quiere ser ahora un 'alojamiento boutique' del Casco Antiguo. David Guerrero, uno de los impulsores de este negocio, explica que aún están a la espera de trámites burocráticos. Lo cierto es que empezaron a 'mover papeles' en 2010 y todavía no tienen luz verde para la reforma. No obstante, se lo toma con paciencia. «Si no, te desesperas», indica Guerrero. También hay que tener en cuenta que la situación económica actual no invita a aventurarse en determinados proyectos, aunque él asegura que dispone de financiación y que, en cuanto les llegue la última licencia, empezarán las obras. La idea es convertir el histórico edificio -que data de 1899- en un coqueto hotel de 15 habitaciones.

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Otro de los proyectos que está en el aire también pertenece al Casco Antiguo. En Moreno Zancudo, la antigua calle Zapatería, se iba a construir un apartotel en uno de los edificios en ruinas de esta vía. Sería un 'hostel' al estilo europeo con seis habitaciones con baño privado y zonas comunes para compartir, como la cocina. El propietario del local, Carlos Díaz, tenían pensados hasta los precios e incluso planteaba la posibilidad del alquiler mensual -entre 250 y 300 euros- para estudiantes o profesores. Pero nada más se supo.

El último de los proyectos hoteleros iba a estar ubicado en Las Vaguadas y se llamaría 'Dato Vaguadas'. Tendría categoría de cuatro estrellas. El grupo Serrano pensó en un edificio de 44 habitaciones (dos de ellas suites) con zona de 'spa', restaurante, jardín botánico, cabinas de masajes y servicios tales como tratamientos con algas, chocolaterapia y vinoterapia. Había presupuestados 16 millones de euros para edificar en un solar de 5.000 metros cuadrados. En el verano de 2008 se iniciaron las obras; meses después, acabada ya la cimentación, se pararon y nunca más se volvieron a retomar los trabajos. El gran cartel anunciando la 'próxima construcción' sigue allí.

Con estas tres iniciativas, la ciudad habría aumentado su oferta hotelera en unas 65 habitaciones. Y la cuestión que se plantean los expertos del sector es si en Badajoz hay suficiente demanda para apostar por ampliaciones.

El negocio turístico está afectado, obviamente, por la actual situación económica. «Es imposible hablar de futuro ahora mismo, hacer cualquier previsión es de locos. Actualmente lo que podemos decir es que hay una 'sobrecapacidad' de hoteles para la demanda existente, sobre todo teniendo en cuenta que la media anual de ocupación es del 40%, ha bajado diez puntos con respecto a hace dos años», explica Antonio García Salas, director de la escuela de negocios ITAE.

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En este sentido, la Semana Santa es una de las épocas con mayor número de clientes. El año pasado en el Jueves Santo se llegó al 75%. En general, los meses de más ocupación son abril, mayo, junio, octubre y noviembre.

Las comunicaciones

García Salas considera que la supuesta llegada del tren de alta velocidad y la reforma del aeropuerto para acoger más vuelos motivaron que «se levantaran muchas expectativas». Pero ambos medios de transporte no han prosperado.

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Por otra parte, la principal fuente de la que beben los hoteles pacense, la celebración de congresos, no ha sido especialmente generosa, de manera que este turismo ha disminuido considerablemente. «Hay mucha competencia entre ciudades». Otro tipo que también se da en Badajoz (y que igualmente se ha visto afectado por la crisis) es el sanitario, compuesto principalmente por portugueses», apunta García Salas.

El presidente de la Confederación Empresarial de Turismo de Extremadura (Cetex), José Luis Ascarza, comparte estas reflexiones. Y añade: «El turismo de congresos hay que recuperarlo y complementarlo (aquí entrarían en juego los viajes del Imserso, que muchos de ellos pasan por Badajoz). Tenemos que ofrecer cosas distintas para atraer a nuevo público. En los dos últimos años hemos rebajado el precio de los hoteles en un 12%. Creo que ha sido una mala idea porque no vamos a conseguir más clientes en Badajoz con costes más económicos, sino ofreciendo cosas que nos distingan. Por ejemplo, paquetes de 'alojamiento y tapeo' o 'alojamiento y visita a Elvas'».

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En este sentido habría que recordar que la capital pacense está incluida en la red de ciudades gastronómicas y que su ubicación estratégica, en la frontera con Portugal, la hace mucho más atractiva.

Además, según destaca García Salas, Badajoz está recuperando gran parte de su patrimonio con las obras de rehabilitación de la Alcazaba y el Fuerte de San Cristóbal y con los trabajos de mejora en el entorno del río.

En este sentido, «los dos pequeños hoteles del Casco Antiguo tendría hueco, entrarían en ese mercado de alojamientos con encanto que está sustituyendo a los Paradores (el de Badajoz desapareció de los planes del Gobierno), mientras que el complejo de Las Vaguadas es una iniciativa más difícil», concluye Ascarza.

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