Unas 240 casas del centro intramuros tendrían que adecentar sus fachadas

Es empresario auxiliar de la construcción y prefiere seguir en el anonimato. No solo ha hecho el seguimiento de la orden municipal que instó a propietarios de más de 200 casas del centro intramuros a pintar y arreglar sus fachadas. Con un resultado llamativo: 95 han hecho caso omiso. También se ha convertido en el vigilante de las fachadas del recinto intramuros. Lo primero le llevó a lo segundo. Fruto de su trabajo de patear calles, callejas y rincones de Plasencia, elaboró un completo informe, con listados y fotografías acreditativas, que ha entregado en un 'pendrive' a los servicios de Urbanismo, a través del Registro Municipal. En él se incluyen las casas que están arregladas, las que deberían adecentarse y no lo han sido (95 citadas) y otras muchas, que se le escaparon al Ayuntamiento en su orden de julio pasado. También le aporta identificación gráfica de cada caso, para que no tenga duda, depositada en este diario.

Este vigilante de las fachadas ha detectado 95 viviendas de las 200 que fueron obligadas el año pasado que no se han pintado, ni tienen visos de arreglarse aunque se haya publicado, según datos municipales que eran 190 las tratadas. Algo que no le cuadra. Pero su trabajo le ha llevado a otro importante descubrimiento: en el centro intramuros hay otras 143 casas más que precisan de arreglos y/o pintura.

En julio de 2012, la Junta de Gobierno ordenó el adecentamiento de más de 200 fachadas «tras un minucioso recorrido por las calles del centro. Vista la desaparición de la Oficina del ARI, que dirigió y orientó la campaña de ornato, el empresario se decidió -con la intención también de contribuir a reactivar la actividad del sector y encontrar posibles clientes- a revisar listado de inmuebles afectados y grado de cumplimiento, labor en la que descubrió otros muchos casos pasados por alto por el Consistorio.

Para ponerle al día de todo, pidió cita al edil de Urbanismo. Tras un intento de dilación, se reunió con el concejal, el arquitecto municipal y el oficial mayor. «Como titular de una empresa de pintura, declaró, lo lógico es que se cumpla lo ordenado por la Junta de Gobierno ya que ya nadie está pintando nada por la deplorable dejación de quien corresponda en el Ayuntamiento».

Pero en lugar de apreciar el laborioso trabajo que les aportó, asegura que fue amenazando por enviar a los propietarios cartas ofertando los servicios de su empresa para que pinten sus fachadas. Algo que el Ayuntamiento considera un intimidación pero que él rechaza de plano «¿No se trata de que se pinte? No creo que nadie amenace, ni intimide a nadie ya que es físicamente imposible y decirlo me parece una tontería», precisó el empresario.

Y acusa al Gobierno local de vulnerar la Ley de Protección de Datos al hacer públicos, a través de Internet, nombres y domicilios particulares de los titulares que tenían que pintar las casas, dos meses antes de serle notificado.