Del hotel portátil al burro aventura

Los emprendedores del año 2020 se citaron ayer en Cáceres. Más de 1.300 jóvenes de centros educativos de Extremadura pasaron por el Palacio de Congresos para cerrar Foro Emprende Júnior. La iniciativa del Gobierno regional se ha desarrollado durante los últimos nueve meses y ha contado con la participación de unos 2.600 estudiantes a lo largo del curso. Pretende trasladar a los más pequeños los valores de la cultura del emprendimiento, de la iniciativa propia y la imaginación aplicada a futuros negocios. Algunos de ellos han comenzado a tomar forma a través de originales proyectos. Desde un hotel portátil a un cementerio para mascotas o una cooperativa sin ánimo de lucro para facilitar vivienda a los mayores.

Diverocio, Burro Aventura, Vístete a ciegas... Las lista de las ideas que han pasado por la cabeza de los alumnos es tan amplia que se ha materializado en forma de más de 200 bocetos de actividad empresarial. «Todo el mundo puede ser emprendedor», fue el mensaje que lanzó la vicepresidenta Cristina Teniente a un auditorio repleto de menores que reclamaban acción. Los había procedentes de municipios de toda la región pero también del Alentejo portugués con el objetivo de dar un aire internacional y de cooperación en un mismo espacio a este programa. El mismo día que el barómetro del CIS anunciaba que más del 40 por ciento de los españoles cree que España estará aún peor dentro de un año, la responsable del área de empleo de la Junta de Extremadura mandó un recado diáfano a los que se espera que sean mañana empresarios: «Hay que ignorar a los que piensan en negativo».

Su consejo es «pensar en grande» y viajar en el tiempo. Sin ir más lejos, a 2020. Para cuando arranque esa década, imaginó cómo los niños de hoy serían ya emprendedores de éxito. Por ejemplo, continuó imaginando, una empresa que diseña bolsos que lucen famosas actrices de televisión, y que surgió en el Licenciados Reunidos. O una sociedad dedicada al fomento del turismo familiar en la que se venden marcapáginas con imágenes de Cáceres. «Es posible. Estamos imaginando lo que va a pasar», insistió Teniente. El origen de esa empresa del mañana está en el colegio Diocesano. Alejandro Sánchez y Daniel Patino, dos estudiantes de 10 años de quinto curso, repartían los originales marcapáginas a 50 céntimos. «Los hemos hecho entre toda la clase», señalaba Alejandro mientras mostraba un modelo con la historia de la Casa del Mono como reclamo.

A pocos metros de allí, Álvaro Rodríguez (20 años) y Juliana García (22) explicaban su propuesta. Un cementerio especialmente diseñado para mascotas en un espacio de tres hectáreas. «Es viable. Y no hay nada parecido. Sería un lugar al que la gente podría rendir tributo a sus animales», reseñaban estos estudiantes de grado superior en el centro de formación del medio rural de Don Benito. Joaquín Cuadrado (19 años) contaba los detalles del hotel portátil planificado por alumnos de la escuela Virgen de Guadalupe (Badajoz). «Funciona a base de placas de melamina y daría respuesta tanto para situaciones de emergencia como de ocio. Su montaje es rápido», relata. A su lado, Álvaro Olmedo, del instituto de Navaconcejo, disecciona la cooperativa de viviendas para mayores que han imaginado chicos de segundo de bachillerato.

Foro Emprende fue clausurado por el presidente Monago, que cerró la jornada con la entrega de premios a los ganadores: una fábrica de pienso ecológico, una aplicación móvil y una guardería, entre otros. El Palacio de Congresos se llenó de ilusiones de futuro. Puede que no cuajen, pero la experiencia habrá merecido la pena si los 1.300 jóvenes que vinieron ayer empiezan a entender que la meta es generar riqueza a partir de una idea. La vía para que los jóvenes de hoy sean los emprendedores de 2020.