¿Qué ha pasado hoy, 17 de abril, en Extremadura?
María Isabel Santos Benítez muestra el diseño de su invento. :: PAKOPÍ
BADAJOZ

«Cualquier idea, por absurda que parezca, puede ser buena»

Los pacenses solicitan una media de 18 patentes al año para proteger los inventos que diseñan y evitar que otras personas se aprovechen de su creación

TANIA AGÚNDEZ

Lunes, 10 de junio 2013, 12:03

No son pocos los pacenses que tratan de encontrar soluciones a los problemas que surgen a diario en su entorno, crear aparatos que mejoren la vida de la sociedad o diseñar utensilios fáciles y seguros de utilizar. El ingenio y la perspicacia, unidos a la destreza, pueden dar lugar a ocurrentes ideas, y en Badajoz surgen muchas.

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Prueba de ello son las estadísticas que proporciona la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), que al año recibe decenas de solicitudes procedentes de la provincia.

Según los registros que maneja este organismo, la población pacense realiza una media de 18 peticiones de patentes al año con el objetivo de registrar sus inventos. Al patentar un producto, el autor lo está protegiendo para evitar que terceras personas se puedan aprovechar gratuitamente del esfuerzo que ha realizado el inventor.

Los vecinos de la provincia han solicitado un total de 248 patentes en los últimos 14 años. Los datos referidos a cada ejercicio son muy variados y diferentes. No hay una evolución gradual. Sin embargo, en los últimos años (concretamente desde 2008, año en el que se fecha el inicio de la recesión económica) el número de solicitudes supera la media anual.

El año en el que se tramitaron más patentes fue 2003, cuando se inscribieron 31 ideas. La cifra más baja data del año 2001, cuando se contabilizaron sólo 6.

De estos datos se deduce que los ciudadanos aprovechan al máximo su imaginación y talento. Innovación no falta y menos en tiempos de crisis. «Todo el que tenga este tipo de inquietudes que las trabaje. Yo animaría a todo el mundo a desarrollar sus ideas, ya que cualquiera, por absurda que parezca, puede ser buena. Recomendaría que no escuchasen las críticas o desaprobaciones si las reciben. Hay que confiar en uno mismo. A mí me ha apoyado mi entorno: mi familia y mis amigos. A todos les ha parecido interesante mi invento, pero todo lo he hecho yo sola», afirma María Isabel Santos Benítez, una vecina de la capital pacense que hace escasos días ha patentado un pequeño artilugio.

Se trata de un pequeño artefacto luminoso que puede ir sujeto con velcro o tornillería en los laterales de algunos medios de transportes como sillas de ruedas, carrito infantil o bicicletas. Este dispositivo está integrado por luces Leds de color lila que emitirían señales de luz parpadeantes. «Serían lilas para distinguirlas de otras luces relacionadas con el tráfico. Si fueran rojas se podrían confundir con alguna señalización de obra y las azules se pueden relacionar con la policía», señala María Isabel.

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El objetivo de este invento, según explica su autora, es garantizar la vida de los usuarios cuando crucen por un paso de peatones. «Muchas veces los conductores de coches no ven los pasos de cebra cuando es de noche. En otras ocasiones son difíciles de visualizar porque están desgastados, da la sombra o hay mucha niebla. El propósito es que este pequeño aparato emita destellos para que los conductores vean con suficiente antelación que hay alguien cruzando la calzada», indica esta mujer de 56 años.

La diseñadora de este objeto manifiesta que concibió esta idea hace más de 5 años debido a la experiencia que tenía con un familiar discapacitado físico que se desplazaba en silla de ruedas. «Temía que le pudiera ocurrir algo. Aunque cruzara por un paso de peatones, a veces tenía la impresión de que en calles oscuras o en momentos de poca visibilidad le iban a atropellar. Por eso pensé que sería bueno que estas sillas llevaran instalados estos dispositivos luminosos. Son de muy bajo coste y sencillos de colocar. Intenté patentarlo desde el principio, pero no sabía cómo hacerlo. Por eso lo he hecho ahora», agrega.

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María Isabel ha trabajado durante muchos años como dependienta y ahora es comercial de seguros. Su empleo no tiene nada que ver con la idea que ha desarrollado, aunque su experiencia le ha ayudado a la hora de madurarla. «Paso mucho tiempo en la carretera y muchas veces percibo que por las noches, en zonas con poca luz o días sin visibilidad, casi no se percibe el paso de peatones. Muchas veces lo ves cuando ya estás encima. Pero este invento también podría adaptarse para los collares de los perros», especifica.

Lo que pretende María Isabel con esta iniciativa es evitar accidentes de tráfico y, sobre todo, atropellos. «El fin es proteger la vida de los usuarios más vulnerables», asevera.

Esta propuesta está relacionada con el ámbito de la seguridad vial. Pero los sectores técnicos a los que están vinculadas las patentes solicitadas por los pacenses son muy variados. Las creaciones presentadas son múltiples y dispares. Entre las temáticas trabajadas por los habitantes de la provincia se encuentran la biotecnología, los productos farmacéuticos, la tecnología ambiental, la tecnología médica, la química alimenticia, las actividades rurales, el ocio y el deporte. Calzado, nuevos juegos de mesa, aparatos de gimnasia y utensilios de trabajo son algunos de los objetos patentados durante esta última década.

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El gran deseo de los autores de estos proyectos es que lleguen a ser comercializados. También es el caso de María Isabel. «Mi ilusión es verlo en la calle, que la gente utilice estas luces. Pero si los artefactos que he diseñado no son comercializados por ninguna empresa, invito a todos los interesados a que se elaboren uno. Lo más importante es que protejan sus vidas», concluye.

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