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ALBA BARANDA
Lunes, 15 de julio 2013, 10:12
Un centro de convenciones dentro de un castillo. Esa curiosa idea es lo que se está fraguando dentro de la fortaleza medieval de Alconchel, el castillo de Miraflores. Cuando acaben las obras, quedará preparado para albergar una cafetería, un restaurante, una plaza de armas y un espacio central, que será propiamente el centro de convenciones y congresos. Las instalaciones están ya casi preparadas, solo queda poner algunas barandillas y rematar ciertos flecos.
Óscar Díaz, alcalde de esta localidad pacense, se encuentra entusiasmado con el proyecto, en el que vuelca todos sus esfuerzos últimamente, según admite.
El centro de la instalación será una sala que será utilizada para convenciones, congresos y otro tipo de eventos. Tiene capacidad para 50 personas, pero si se necesitara más espacio, el restaurante también se podría adaptar con este fin.
Según el regidor, ya se ha contactado con empresas especializadas en la gestión de este tipo de eventos. Confía en que la propia singularidad del castillo y además la cercanía con el embalse de Alqueva sean atractivos suficientes para atraer a los visitantes.
La presentación en sociedad de este 'castillo de negocios' será el próximo martes 16. Por esta razón los trabajadores de la Escuela Taller de la localidad operan a contrarreloj para tenerlo todo listo antes de ese día. «Yo he querido fijar pequeñas metas porque si no, no avanzamos» asegura Díaz.
El alcalde cuenta que el castillo lleva en obras dos décadas. «Nosotros ahora lo que principalmente hemos hecho es rehabilitar lo rehabilitado, porque estaba todo muy estropeado y hay cosas que se dejaron sin terminar».
Otra de las zonas neurálgicas del castillo será la plaza de armas, donde caben unas 800 personas. Allí queda pendiente la creación de unas gradas para que el público pueda disfrutar de eventos musicales como el concierto de Acetre que tuvo lugar el pasado verano. Serán asientos acordes con la arquitectura del castillo. Sin embargo, actualmente solo hay una persona que trabaja la piedra en el pueblo y se encuentra inmerso con otros encargos, así que las gradas todavía tendrán que esperar un tiempo.
El tercer espacio que está proyectado es el dedicado a la restauración. El regidor explica que el proyecto es sacar a a concurso la gestión de la cafetería y el restaurante con un precio de salida de 240.000 euros. La empresa que gane el contrato tendrá que equipar estas dos instalaciones.
Con todas estas zonas, Alconchel espera aunar congresos, charlas, nuevas tecnologías y otros eventos dentro de un castillo casi milenario, ya que en 2016 cumplirá mil años de historia documentada.
Las remodelaciones han costado 75.000 euros y han sido pagadas a cargo de los fondos europeos Feder, dentro del proyecto de las Tierras del Gran Lago de Alqueva (Pegla) en un 75%. El Ayuntamiento local abona el restante 25%.
Díaz explica que «el castillo cuenta además con el certificado de calidad turística que otorga la Diputación de Badajoz. Este pueblo, junto con Olivenza, son los que más certificados tienen de todos los municipios pertenecientes al gran lago de Alqueva».
Más visitas
El pasado año, el castillo de Miraflores recibió 4.800 visitas, según explica el alcalde. Según una encuesta que se les hizo, los visitantes se extrañaron de que no tenían que pagar por entrar en la fortaleza y demandó además poder tomar algo en su interior. Por eso, el proyecto de hostelería ha surgido a partir de esta petición. Aún es pronto, porque ni siquiera ha salido a concurso, pero se pretende que el restaurante esté abierto de jueves a domingo y que también haya algún tipo de máquinas expendedoras de refrescos o alimentos.
La idea con la que trabaja el alcalde es que cuando una empresa quiera organizar algún evento en la zona de restauración, se le ceda gratis la sala de convenciones. Pero si solo desea hacer uso de esta última, tendrá que pagar por ella. El fin último del proyecto es que Alconchel atraiga más turistas.
Aunque fruto de antiguas remodelaciones el castillo tiene habitaciones construidas, «de momento no se plantea crear un alojamiento allí», aunque el primer edil no cierra las puertas para un futuro. Tampoco se tocarán algunas zonas donde se conservan yacimientos arqueológicos del siglo XVIII.
Por otra parte, las instalaciones estarán equipadas con tecnología como bidi, que son esos códigos de barras que se pueden leer con algunos móviles y que permite disponer de más información a través de Internet en la pantalla del teléfono.
Estarán colocados en las zonas habilitadas para el centro de interpretación de la fortaleza. En este espacio podrán verse vasijas y antiguas fotos del castillo, así como una recopilación de imágenes y la historia de los castillos bañados por Alqueva.
El próximo martes será la inauguración de la parte habilitada para convenciones y congresos. Pero el alcalde quiere que toda la población sepa qué se está haciendo dentro del castillo. Por eso, a mediados de agosto, coincidiendo con las fiestas de la localidad, se mostrará al pueblo el contenido del castillo en unas jornadas sobre la historia de la fortificación de Miraflores.
Está previsto que para principios de 2014 el centro de convenciones y congresos castillo de Alconchel esté a pleno rendimiento, y funcione también la cafetería y el restaurante para que por fin los turistas puedan tomarse un café dentro de esta antigua fortaleza.
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