Una familia huye de Aldea Moret tras sufrir un tiroteo en su piso de Germán Sellers

Una mujer de mediana edad sale del portal número 7 de la calle Germán Sellers de Paz. «¿Qué si hubo un tiroteo? ¿Aquí? No. Yo no sé nada de eso», responde ante las preguntas del Diario HOY. Son las doce de la mañana de ayer, y después de recibir varias respuestas negando que el domingo por la tarde hubiera un tiroteo en Aldea Moret, un hombre responde escueto: «Subid al primer piso del número 7».

Al entrar en el portal destrozado, con todos los buzones rotos, unas escaleras con pintadas y llenas de suciedad conducen al pequeño descansillo del primer piso. No hay luz. Al iluminar con el móvil el espacio, se vislumbran cuatro puertas. En una de ellas se ve la prueba evidente del momento de violencia que hubo en Aldea Moret la tarde del domingo. Hay cinco huellas de impacto de bala, que han sido numeradas con rotulador negro, probablemente por la policía científica. Cuando recibió los impactos, la puerta estaba abierta y por ello hay dos impactos que son de la misma bala, atravesando el marco de adorno.

Al seguir preguntando, los vecinos continuando el suceso, pero se obtienen algunos testimonio: un joven comenta que las balas «eran del 22, poco calibre», otro señala que la familia que vivía en la casa tiroteada «ya no está aquí, han escapado», y un tercero comenta que de no haber llegado pronto la policía, «podía haber pasado algo muy grave».

El tiroteo ocurrió a última hora de la tarde del pasado domingo, y según ha podido saber este diario, es consecuencia del enfrentamiento entre dos familias de etnia gitana porque, supuestamente, una de las partes no devuelve el dinero prestado por la otra, más los intereses acordados en su día.

El comisario, Luis Ochagavía, confirmó ayer que es cierto que se produjeron disparos en Aldea Moret, pero señala que no hubo heridos y que tampoco se ha interpuesta denuncia por estos hechos, que en cualquier caso investigan.

Fueron vecinos de Aldea Moret los que avisaron a la Policía Nacional del suceso, y los vecinos destacan que gracias a que los agentes llegaron enseguida, no ocurrió nada más grave. Los agentes tomaron declaración a varios miembros de las familias, pero no efectuó detención alguna.

En la madrugada de ayer, la familia que supuestamente debe el dinero, la que vivía en el primer piso del número 7, huyó de Cáceres. En Aldea Moret piensan que su destino ha sido Madrid, en donde vive la mayor parte de su familia.

Ahora se respira cierta tensión en el barrio cacereño pues se baraja la posibilidad de que la familia que se ha marchado no vuelva, o que vuelva con familiares armados. Las esperanzas de que no pase nada están puestas en un mediador que hablará con las dos partes enfrentadas.

Lo cierto es que en los últimos años no son habituales las escenas de tiroteos en Aldea Moret, lo que se achaca a la labor de los pastores de la Iglesia Evangelista. Sin embargo, sí existe el temor de que se reproduzca este tipo de enfrentamiento hasta que se considere zanjado el problema.

La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ya ha llamado la atención en sus memorias anuales sobre el peligro de enfrentamiento entre clanes familiares por asuntos relacionados muchas veces con el tráfico de drogas. Reconoce la dificultad que tienen las fuerzas de seguridad en esclarecer estos delitos, al encontrarse siempre con el silencio del barrio. El año pasado el fiscal superior, Aurelio Blanco, destacó el caso ocurrido en Mérida con dos muertos y una persona herida grave en el enfrentamiento entre dos familias, que originó que meses después una mujer fuera asesinada en El Puerto de Santa María.

En Badajoz se han registrado varios incidentes con tiroteos, el último de ellos el pasado viernes en la barriada de Cerro de Reyes, con el resultado de un hombre herido. La policía detuvo a cinco personas, entre ellos una mujer y un menor.

En Aldea Moret lo que se espera es que no pase algo como el 21 de marzo del 2002, cuando Diego Vargas Saavedra, 'El Goya', mató de un disparo en la cabeza a un vecino de 68 años e hirió de gravedad a una joven de 15 años al dispararle en el estómago. Fue detenido y condenado a 28 años de cárcel.