
T. A.
Viernes, 20 de diciembre 2013, 08:16
Los operarios de la empresa Construcciones Olivenza picaron ayer el esgrafiado de la Torre de Santa María del Castillo, que pertenecía a la iglesia que llevaba el mismo nombre y que estuvo situada en el interior de la Alcazaba, ya que se encontraba suelto y corría el riesgo de desprenderse. Esta situación suponía un peligro para la seguridad de las personas que pasan por la zona.
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Este esgrafiado ubicado en la base de la torre se encontraba muy deteriorado. De hecho, parte de él ya se había caído. Según han explicado a HOY fuentes de la Consejería de Educación y Cultura, se trataba de un estucado con cintillo que simulaba una construcción con sillares.
Los trabajos para eliminar la parte de enfoscado que quedaba suelta se llevaron a cabo durante el día de ayer. Según indicaron las mismas fuentes, las tareas de picado estuvieron «absolutamente» controladas y contaron con el pertinente seguimiento arqueológico. «Las labores se desarrollaron bajo la supervisión de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno extremeño. En ningún caso, se esta afectando a la Torre de Santa María ni a la muralla. Una vez que terminen los trabajos, la Torre de Santa María volverá a recuperar su esgrafiado», concretan desde la Consejería de Educación y Cultura.
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