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Luiz Gustavo intenta detener a Andrés Iniesta en la final de la Copa Confederaciones. :: KAI PFAFFENBACH / REUTERS
FUTBOL

Toques de atención para España

Luces y sombras de una selección que debe recuperar la mentalidad y la chispa para defender en Brasil el título conquistado en 2010

IGNACIO TYLKO

Martes, 31 de diciembre 2013, 01:12

Más sombras que luces en la selección española, que cierra el año previo al Mundial con el billete adquirido para la gran cita de Brasil de forma directa, sin la engorrosa repesca, pero con la sensación de haber caído en la autocomplaciencia y el serio aviso que supuso la derrota sin paliativos en la final de la Copa Confederaciones ante el anfitrión. Para defender con garantías el título obtenido en Sudáfrica y llegar hasta Maracaná, los hombres de Vicente del Bosque deben recuperar la chispa, la solvencia y la mentalidad que les hizo campeones de todo en un lustro sin parangón.

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La selección sigue como indiscutible número una del mundo en el escalafón y presenta unos números notables en 2013, con 12 victorias, tres empates, dos derrotas, 36 goles a favor y 12 en contra, pero el juego no le acompaña. Sobre todo en esos amistosos que cierra la Federación en destinos exóticos para hacer caja y que Ángel Villar gane apoyos en sus aspiraciones para seguir creciendo en UEFA y FIFA, mientras se emborrona el escudo y la estrella de campeones.

El ejercicio se cierra en el tiempo con dos malos recuerdos que provocaron tres noches pernoctando en aviones: el bolo de Malabo ante la dura Guinea Ecuatorial, país bajo el yugo de los Obiang y jamás visitado hasta ese 16 de noviembre por una selección europea; y el peor regreso imaginable al templo del Soccer City de Johannesburgo, con derrota incluida ante Sudáfrica y el esperpento de la entrada al campo de Pepe Reina, en lugar del lesionado Víctor Valdés, cuando los seis cambios acordados estaban agotados y Arbeloa vestía ya de portero.

Golpe de autoridad en París

Quizá para desviar la atención del polémico choque de Malabo, criticado desde diversos sectores pero permitido por el Gobierno de Mariano Rajoy, en la previa Del Bosque anunció la firma de su renovación por dos años más, hasta la Eurocopa de Francia en 2016. La decisión se intuía y se rumoreaba desde hace tiempo, a pesar de que en un principio el seleccionador dijo que no tenía la intención de seguir más allá del Mundial. Pero Brasil está muy cerca y el preparador salmantino quiere más. De todos modos, ya ha anticipado que nunca dejará a la Federación hipotecada y que el contrato será papel mojado si 'La Roja' falla en la Copa del Mundo y su entrenador queda en entredicho para la opinión pública.

La memoria, empero, no debe ser frágil. Hay que recordar que, allá por el mes de marzo, España se presentó en París muy obligada por los recientes empates en casa ante Francia, en el Calderón, y Finlandia, en El Molinón. Peligraba la décima clasificación mundialista consecutiva, ya que 'La Roja' no falta a la gran cita universal desde Argentina'78, pero la selección dio un golpe de autoridad al imponerse en Saint Dennis, merced a un gol de Pedro. A partir de ahí, con más oficio que brillo, España no falló, con victorias en Helsinki y en casa ante las ultradefensivas Bielorrusia y Georgia.

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El combinado de Del Bosque regresó con las orejas gachas de la Copa Confederaciones, el gran acontecimiento del año a nivel de selecciones y un ensayo para el Mundial. Se presentó en la final tras ganar 7-6 por penaltis a Italia, pero la mejor Brasil de los últimos tiempos desnudó a la peor España del lustro en Maracaná. Dura, pragmática, contragolpeadora y con un Neymar extraordinario, la 'Canarinha' selló su cuarto título, dejó a 'La Roja' sin el galardón que le falta y marcó territorio. Fue un calvario para los desdibujados jugadores de Del Bosque. La dolorosa derrota (3-0), que marca tendencia, dejó en 29 el récord de partidos oficiales de España sin perder. Desde el choque ante Suiza, el 16 de junio de 2010, la selección no hincaba la rodilla.

La valentía de Costa

El año deja el gran titular de Diego Costa. Valiente y desafiante dentro del campo, dio el 29 de octubre el paso más difícil y arriesgado de su carrera al firmar ante notario su deseo de jugar con la selección española y, por lo tanto, de renunciar a Brasil, su país de nacimiento, donde reside toda su familia excepto su mujer y su hija, y donde se celebrará el próximo Mundial.

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«Diego Costa ha dado la espalda a un sueño de millones de compatriotas. Un jugador brasileño que se niega a vestir la camiseta de su selección y a disputar una Copa del Mundo en su país, sólo puede estar automáticamente desconvocado», espetó Luiz Felipe Scolari, desafiante, tras conocer la noticia.

El ariete del Atlético de Madrid no pudo estrenarse ante Guinea Ecuatorial y Sudáfrica, a causa de una lesión muscular, y seguramente se debutará en el Vicente Calderón, ante Italia, el próximo 5 de marzo. Será un duelo de enjundia y el último amistoso de España antes de conocerse la lista de los 23 mundialistas.

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El abanico de candidatos se ha ampliado, toda vez que Vicente del Bosque ha recurrido en los últimos tiempos a jóvenes valores, brillantes en las categorías inferiores, como Iñigo Martínez, Isco, Koke o Alberto Moreno, entre otros. Se estrenó al fin Michu, pero da la sensación de que lo suyo fue un paso efímero por la absoluta.

Tras Bartra, el último en alistarse, precisamente en Malabo, ya son 38 los debutantes de la absoluta en la era Del Bosque, técnico centrado ya en Holanda y Chile, peliagudos rivales en la primera fase del Mundial y muy por encima de la inferior Australia.

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