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SOCIEDAD

Los grandes éxitos de la autoedición digital

Escribieron un libro, lo pusieron en la red a un precio asequible y el boca a boca los ha llevado a la lista de más vendidos

ELISABETH G. IBORRA

Martes, 7 de enero 2014, 01:22

Hay escritores que han basado la promoción de sus libros en el sistema más tradicional de la recomendación personal pero venden su obra solo en edición digital. Es decir, no hay un volumen tangible que se expone en el escaparate de ninguna librería. Han logrado tener la categoría de 'bestsellers' sin pasar por el filtro de ningún librero que decida primar su trabajo ni por el de ningún editor que, aun antes, apostara por él. ¿Cómo lo han hecho?

Antes de responder, es precisa una matización previa: no queda muy claro cuántos ejemplares habría que vender para que Amazon lo considere un 'bestseller' porque hay mucha opacidad en sus cifras. Iván Hernández, de www.buscoaliados.com afirma que «en un artículo americano decían que a partir de 2.000 copias vendidas del mismo ebook se consideraba 'bestseller'». Para Carla de la Vega, que lo ha sido tanto en Inglaterra como en España, con 'El harén de Estambul', «no depende del número de ejemplares que vendas sino del volumen de ventas que se mueva en Amazon y el porcentaje que tus ventas representen en él».

Bruno Nievas también lo vendió todo en Amazon antes de ser fichado por Ediciones B: «Es difícil de definir pero en general creo que puedes considerarte un bestseller' vendiendo miles de copias, algo que suele suceder si se logra estar entre los diez primeros durante unas cuantas semanas o permaneciendo más tiempo pero en posiciones más discretas, por ejemplo entre los cien o los doscientos primeros, a lo mejor a lo largo de meses o un año. (...) Lo que puedo garantizar es que no existen 'atajos'. Aunque hay algunos trucos para subir más o menos rápido, un libro vende solo si le gusta a la gente».

En eso está Carla de la Vega: «El número de ejemplares no es ahora mi prioridad. Estoy focalizada en ver cómo responde el mercado, cómo influye en mi ranking una promoción en Facebook, qué impacto tiene los lanzamientos en el sistema de Amazon o si el cambio de precio me ayuda a subir escalones en la lista de más vendidos o no. En definitiva, en aprender las reglas del juego digital».

Y mientras las aprenden, todos van escalando posiciones con más o menos rapidez. Como adelanta Laso, que tardó en entrar en el 'top' aproximadamente dos años, «hay gente que entra de forma fulgurante, y otros, como es mi caso, que tardamos más», pero ya ha vendido decenas de miles de copias de 'El Rumor de los Muertos', 'El Mago' y 'Millonario a un Click' (publicada con seudónimo). Roberto López Herrero cuenta que «'Antonio mató a Luis en la cocina con un hacha porque le debía dinero' salió a la venta a finales de mayo y llegó al 1 de la lista en la categoría de humor a mediados de agosto, entrando a su vez en el top 100 de amazon.es en esa misma semana».

Iván Hernández afirma que 'La protegida Wittman' no fue hasta medio años después de publicarlo cuando se empezó a vender mejor, pero llegó a más de 3.000 ejemplares. Y su colección Busco Aliados es todo un éxito.

Una cantera

La ascensión de Esteban Navarro con 'La casa de enfrente' fue más rápida: «Entró en la lista de los 10 más vendidos en una semana (actualmente sigue entre los 20 primeros) y el año pasado llegué a tener cuatro novelas en el 'top' al mismo tiempo». Así que no es extraño que lo fichara una de las grandes. «Desde que adquirió los derechos de 'explotación' Ediciones B a través de su sello B de Books, todas mis novelas están en casi todas las plataformas, principalmente Amazon, Fnac y Casa del Libro». Para Lucía Luengo, editora de Ediciones B, estos autores indies «son una gran cantera de nuevos talentos y también unos clientes muy importantes para sellos como B de Books, donde apostamos por la edición digital con fuerza. Luego hacemos una selección entre los más vendidos con el método de siempre: informes de lectura, presentación del proyecto al comité editorial para su análisis y aprobación, etc.»

En ese comité eligieron asimismo a Bruno Nievas, que previamente había visto cómo su novela era rechazada en varias editoriales convencionales. Ahora considera que lo suyo es «suerte»: «Cuando colgué mi primera novela, 'Realidad Aumentada', gratis en Internet, gracias al boca a boca a través de Facebook, conseguí nada menos que 42.000 descargas en menos de cuatro meses, una auténtica pasada. Luego, cuando por fin fue publicada en Amazon, primero de forma independiente y luego a través de Ediciones B, logró estar en el número 2 de ventas totales en digital y se mantuvo varias semanas entre los primeros puestos. En el caso de iBooks, la tienda de Apple, fueron meses». 'Holocausto Manhattan', que salió directamente con Ediciones B y el último relato que recientemente ha publicado en digital, 'Sin luz al final del túnel', se mueven sin problemas por el top 100.

No están solos. Cada vez hay más escritores autopublicados que consiguen grandes éxitos de público. Son los casos de Gabri Ródenas, Blas Ruiz y Unai Ramos, que, según Laso, se conocen 'virtualmente' casi todos. «A algunos también los conozco personalmente. Nos ayudamos constantemente, haciendo recomendaciones y menciones en redes sociales y blogs». Iván Hernández, de hecho, está incluso trabajando para ellos: «Conozco muchos autores indies, y a muchos les he realizado maquetaciones y portadas para sus libros».

Las redes sociales son la gran plataforma para que estos autores, que no cuentan con el respaldo promocional de una editorial, se den a conocer y consigan semejante cantidad de lectores. Para @enriquelaso, «mi experiencia en Marketing Online, y mis relaciones con otros escritores 'indies' o de la Generación Kindle (autopublicados) han sido de gran ayuda. Los medios de comunicación también. Y recomendaciones de mis novelas en revistas, blogs o por parte de escritores tan conocidos a escala mundial como Juan Gómez-Jurado han supuesto un gran impulso. Desde luego, el trabajo en redes sociales es constante y da buenos frutos. Además, de cuando en cuando ofrezco alguna de mis obras gratis durante 48 horas, lo que fomenta el 'boca a boca'. También, ahora, el que una de mis novelas, 'Desde el infierno', se esté adaptando al cine ayuda mucho».

Autobombo, el justo

El boca a boca, confirma @BrunoNievas, «es la única forma y de hecho lo es todo para un libro, una película o un rumor, da igual. La autopromoción no es del todo aconsejable». Lo dice en el mismo sentido que Navarro: «Empecé con la autopromoción a través de mis redes sociales, el boca a boca y/o incluso el correo electrónico de mis contactos más cercanos (sin caer en el 'spam') para dar a conocer mis novelas. Pero con el tiempo me he dado cuenta de que eso no es importante, o por lo menos no es lo que hace vender más. El incremento de ventas lo noto cada vez que sale un artículo en la prensa hablando de mis novelas o de mí o cada vez que gano un premio literario (he ganado varios) o cuando llegué a la fase final del Nadal, por ejemplo».

Roberto López reconoce que ha hecho «mucha autopromoción, mucho tirar de contactos para entrevistas en radio, el apoyo de mis 'followers' de Twitter y algún reportaje en prensa». De la Vega y Hernández son más de Facebook y de la plataforma de Amazon per se que de Twitter, «ya que el diálogo es más cercano y profundo», apunta Iván.

López lo ha utilizado para conocer a otros 'amazonitas', que es lo que no convence a Navarro de Facebook: «Hay que tener en cuenta que entre mis seguidores/contactos también hay muchos escritores como yo que buscan promocionar sus novelas, con lo que en cierta manera es como si estuviéramos retroalimentándonos entre nosotros».

El creador de @buscoaliados opina que «es complicado que alguien hable bien o mal de uno cuando somos desconocidos, así que el autobombo es necesario, aunque hay que tener cuidado de no ser pesado». En la misma onda habla la autora de 'El Harén de Estambul': «El autobombo es contraproducente y los límites los debe marcar uno. También es cierto que, aunque cueste, los escritores son ahora también emprendedores y tienen que vender su producto lo mejor que puedan. Más si consideran que tienen algo de calidad en sus manos».

Laso lo condiciona «a lo que entendamos por 'autobombo'. Yo jamás hablo bien de mis novelas. O adjunto comentarios de terceros, o sencillamente indico su posición de ventas en Amazon e incluyo el enlace. Esto me parece normal y hasta sano. No contamos detrás con una gran editorial que nos haga el trabajo de márketing. Hasta la fecha nadie me ha criticado por esta labor. Otra cosa es pasarse todo el día hablando de tus novelas en tus redes sociales: yo hablo también de otros autores, de actualidad, de márketing y redes sociales, de deporte, de política... Diría que lo que dedico al 'autobombo' es entre un 10% y un 15%, algo que mis seguidores toleran perfectamente».

Con humor, @ElExpecial lo admite: «Doy mucho la plasta en Twitter, lo reconozco, pero intento además que el resto de mis tuits sigan siendo graciosos y si puedo meterme conmigo mismo mejor, llamándome pesado, diciendo que soy un Umbral sin pelo, etc. Lo compenso con mi blog 'serio' robertolopezherrero.wordpress.com, en el que regalo relatos a los lectores de mis libros, hablo de la autoedición, explico mis meteduras de patas, etc.»

Huye de darse bombo @EstebanNavarroS para no soliviantar a otros escritores: «De vez en cuando, muy de vez en cuando, es recomendable poner algún tuit o mensaje diciendo que tu novela está entre las primeras, porque en cierta manera estás diciendo que es buena (pero sin decirlo directamente). Si vas a poner las buenas opiniones, lo recomendable es poner también las malas».

Nievas lo dice sin ambages: «Es muy contraproducente. Por definición el lector de novelas es una persona inteligente y con inquietud intelectual. Si está pendiente de lo que escribes en las redes sociales es porque estimulas su creatividad y satisfaces su inquietud. O simplemente le haces sonreír, que no es poco. Pero lo que no puedes hacer es ponerle diez veces al día que compre tu libro. Porque si te sigue en las redes, probablemente ya lo habrá hecho. Así que, en cualquier caso, no es necesario. Es mejor invertir ese tiempo en escribir».

¿Pero eso basta? ¿Cuál es la clave para triunfar en la autoedición? Carla de la Vega supone «que influyen los mismos factores que en la publicación tradicional. Creo que una portada profesional sigue siendo esencial, un título que atraiga y, por supuesto, ante todo y sobre todo, la calidad del libro es vital. Un buen contenido, una buena prosa y nada de frases mal construidas, erratas, faltas. Todo ello, sin olvidar el papel fundamental que juegan los medios sociales en la promoción».

Escribir un buen libro

Roberto López agrega: «Imagino que la fórmula es la misma que para triunfar fuera de la autoedición: escribir un buen libro, una buena corrección y mejor portada. No hay secretos, puedes ser el rey en Twitter, Facebook o sobornar a mil amigos para que la compren el primer día (jejeje, yo no he hecho esto pero me consta que otros sí, y no lo pienso contar). Pero todo eso es efímero. Si la novela no gusta, enseguida bajará y se perderá inmersa en los más de sesenta mil títulos disponibles en Amazon o en otras tiendas. Si gusta, se mantendrá arriba».

Por eso, Navarro recomienda «per-se-ve-ran-cia. No venirse abajo. Y lo más importante: escribir y leer, leer y escribir. Al final de lo que se trata es de vender un buen producto y que el lector quede satisfecho y regrese a por más».

Enrique Laso no tiene una «receta»: «Es muy complejo, y que cada vez lo será más. Los primeros que publicamos con Amazon (en mi caso en 2009) creo que contamos con cierta ventaja. Además en Amazon se venden bien básicamente las novelas románticas y de evasión y los thrillers, aunque hay cabida para otros géneros. Pero yo tengo obras que apenas han superado las 1.000 copias, y ya puedo darme por satisfecho, porque es posible que el público de esos géneros no haya desembarcado aún en el mundo digital y prefiera el papel».

Es posible, ya quisieran saberlo las editoriales, que andan como locas buscando las tendencias del mercado entre los superventas autoeditados, como reconoce Luengo, de Ediciones B: «Para una editorial como la nuestra, con una clara vocación comercial, que aspira llegar a un público lo más amplio posible, las listas de más vendidos digitales son una fuente de información muy valiosa. En ellas, los mismos lectores nos están indicando los autores y géneros que más les interesan». No obstante, no siempre los lectores digitales tienen los mismos gustos que los de las librerías de toda la vida, señala Luengo: «Todavía es pronto para sacar conclusiones definitivas, pero en nuestra experiencia estamos detectando ciertas diferencias. En el libro digital, por ejemplo, vemos que los lectores buscan más la novela de género».

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