El hotel Rocamador sigue sin comprador tras la liquidación de su sociedad

El hotel Rocamador, en Almendral, sigue buscando comprador mientras se liquida administrativamente la sociedad que lo gestionaba. El monasterio, rehabilitado como alojamiento de cuatro estrellas por la familia Tristancho-Bosé a principios de la década de 1990, es el gran patrimonio de una empresa que empezó a funcionar en 1997 y que cerró hace dos años. Carlos Tristancho presentó entonces concurso de acreedores para intentar reflotarla pero no ha sido posible.

El juzgado de lo mercantil ha aprobado el plan de liquidación de la sociedad. El pasivo (deuda) de la empresa Monasterio de Rocamador SA era de 2,7 millones. De ellos, 1,7 con un banco. Sin embargo, el valor (activo) es más elevado, lo que abrió hace dos años la expectativa de hallar comprador. El convento está tasado en 4,8 millones, a lo que se añaden otros 700.000 por las existencias. Es decir, el valor oficial de Rocamador es de 5,3 millones. Fuentes del concurso han indicado a HOY que no se han recibido ofertas interesantes para su venta.