![Ocho movimientos y gestos comunes que nos 'rompen'](https://s3.ppllstatics.com/rc/www/multimedia/2023/09/15/malas-posturas-RGB-kQxH-U210166143233oPD-1200x840@RC.jpg)
![Ocho movimientos y gestos comunes que nos 'rompen'](https://s3.ppllstatics.com/rc/www/multimedia/2023/09/15/malas-posturas-RGB-kQxH-U210166143233oPD-1200x840@RC.jpg)
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Solange Vázquez
Viernes, 15 de septiembre 2023
A veces nos dejamos llevar y pensamos que las lesiones musculares o de los huesos son más que nada cosa de deportistas, de gente que lleva su cuerpo a límites insospechados, de quienes fuerzan mucho su chasis hasta que algo se les 'rompe'. Pero lo ... cierto es que la mayoría de las personas que sufren dolores en su sistema musculoesquelético debido a movimientos o gestos se los han provocado ellas mismas y, muchas veces, en tareas muy cotidianas y nada glamurosas. Claro, suena mejor decir que te ha dado un tirón en el costado al jugar al golf que andar contando que al limpiarnos el trasero hemos hecho 'crack', algo más frecuente de lo que se piensa. Si no, busquen en Amazon 'Brazo extensor para limpiarse con papel higiénico' o 'bottom wiper' y comprobarán que ya hay artilugios para ayudar a quienes tienen problemas con la maniobra.
Así que ojo con las pequeñas cosas que hacemos a diario porque son las que nos pueden causar una lesión repentina o una que se vaya gestando, poco a poco, a fuerza de repetición. Ahí van dos ejemplos de lo uno y de lo otro.
El latigazo repentino cuando levantamos o dejamos algo en el suelo, flexionando el tronco hacia adelante a la altura de la cintura y sin doblar las piernas. Al agacharnos de esta manera forzada se eliminan las curvaturas naturales de la espalda y se ejerce una presión en las vértebras y en los discos. ¡Y ahí viene una lumbalgia aguda , ese 'me he quedado clavado' que muchos hemos sufrido alguna vez!. «Lo correcto es separar un poco las piernas para ampliar el apoyo, acercarnos al objeto a manipular, apretar el abdomen y doblar rodillas», apuntan Marta Cañada, fisioterapeuta del Hospital Vithas Vitoria y la doctora Sara Laxe, médica rehabilitadora y directora del Comité Científico de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF).
¿Y los daños que aparecen por gestos y movimientos después de mucho repetirse? Ambas expertas señalan al enemigo número uno ahora mismo. «El uso prolongado de los teléfonos móviles:los movimientos constantes de los pulgares derivan en lesiones de los tendones, especialmente en los flexores del pulgar, que producen un dolor que puede extenderse a la muñeca. Y con el abuso de los dispositivos táctiles el dedo índice acaba con tendinitis». Las especialistas llaman la atención sobre un problema que acabará siendo de lo más común si no nos controlamos con el móvil y sobre otras ocho actividades cotidianas que pueden 'rompernos' con más facilidad de la que pensamos.
«Además de mantener una postura de hiperflexión del cuello, es peligroso porque perdemos la atención ante peligros que se nos puedan presentar en la calle, sobre todo si además llevamos cascos», alerta Sara Laxe, médico rehabilitadora y directora del Comité Científico de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF).
«Esta postura cada vez es menos utilizada con el teléfono móvil debido a los cascos inalámbricos, pero con los fijos aún se ve y produce una tensión excesiva sobre los músculos del cuello y el hombro», apunta la médico rehabilitadora. Este gesto es evitable: sólo hay que centrarse en no tener las manos ocupadas al usar el dispositivo. ¿Podremos?
«Produce un movimiento excesivo de rotación externa y abducción forzada del brazo. Si, además, lo repetimos y volvemos a intentar recoger el bolso o lo que sea desde el mismo asiento delantero se fuerza todavía más y se incrementa el riesgo de lesiones en el manguito de los rotadores. Y si el objeto es pesado, ¡el riesgo crece más!», advierte Laxe.
«Ojo con usar muchas horas el portátil –indica Laxe–. Durante la pandemia se ha visto que la gente que trabajaba desde casa con un ordenador de mesa tenía menos problemas de dolor de cuello y de espalda que los que usaban el portátil. Es debido a la pantalla hacia abajo de los portátiles –debe estar a nivel de nuestra vista– y por la posición del teclado».
«Ojo con aspiradoras inalámbricas que tengan la zona de carga cerca de la mano: la sobrecarga sobre la extremidad aumenta el riesgo de tendinitis y dolores de muñeca», señala la doctora Sara Laxe, médica rehabilitadora. Si usamos mucho este tipo de artilugios acabaremos sufriendo dolores en la zona, que no está preparada para ello.
«¡Cuidado! En carritos en donde cabe una compra grande (y algún crío, que les encanta ir montados), se puede llegar tranquilamente a mover 40 kilos. Y los giros de estos carritos pesados son un reto para nuestras muñecas, e incluso para los meniscos, debido a la enorme presión que hay que hacer para moverlo por los pasillos».
«Nos obliga a girar el cuello, manteniendo un estrés continuo en la columna. Puede causar dolores cervicales, lumbalgias o tendinitis. Lo mejor es dormir de lado, con una almohada entre las piernas, para mantener la columna en horizontal, repartir tensiones y respirar mejor», dice la fisioterapeuta Marta Cañada.
«Un uso excesivo del ratón puede producir una compresión del nervio mediano a nivel de la muñeca, que se puede irritar o inflamar llegando a producir el llamado síndrome del túnel carpiano, produciendo hormigueo y entumecimiento en el dedo pulgar, índice y corazón», indica la fisioterapeuta. Para paliar el problema, hacer paradas y mover muñecas.
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