![Diez claves sobre ese tic que te alarma](https://s3.ppllstatics.com/rc/www/multimedia/2023/04/26/tics-web-horizontal-kfp-U200152643643FeF-1200x840@RC.jpg)
![Diez claves sobre ese tic que te alarma](https://s3.ppllstatics.com/rc/www/multimedia/2023/04/26/tics-web-horizontal-kfp-U200152643643FeF-1200x840@RC.jpg)
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Solange Vázquez
Domingo, 30 de abril 2023, 19:03
Amplificar miedos y ver fantasmas donde casi nunca los hay es una de las especialidades del ser humano. Y las 'cosas raras' que le pasan a nuestro cuerpo ocupan un lugar de honor en esa traicionera galería de horrores posibles pero no frecuentes. Por eso, ... los tics, sobre todo los faciales –que son los más visibles–, causan una enorme alarma. De hecho, son una de las causas más frecuentes de consulta a neurólogos, psiquiatras y pediatras (por la cantidad de casos entre niños y preadolescentes).
Los tics y cualquier indicio de que nuestro cuerpo no nos obedece –convulsiones, sacudidas, temblores, parálisis– provocan una angustia colosal y un móntón de búsquedas en Google. He aquí diez claves para saber más de estos movimientos involuntarios, unos grandes desconocidos.
La mayor parte de los tics motores (los que afectan al movimiento, porque también los hay vocales, de emitir sonidos) ocurren en la infancia y la adolescencia y suelen ser transitorios. «Pueden durar desde cinco o seis semanas hasta meses y se autolimitan», indica José Losada, neurólogo del Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ).
La ansiedad no los causa, pero los empeora, eso sí. Su origen «tiene un sustrato orgánico: se sabe que ocurren por el mal funcionamiento en una parte del cerebro», aclara el doctor. Algunas tesis indican que a veces hasta pueden ser fruto de una reacción transitoria a una vacuna o a una medicación (frecuentemente, para la alergia) o incluso por un catarro (porque convertimos en tic la costumbre de carraspear o sorbernos la nariz). En todo caso, mejoran con descanso y sueño. Y empeoran si el que los sufre se preocupa, se acompleja o se siente 'culpabilizado'.
No se heredan, pero hay personas con una fuerte predisposición genética. Y una curiosidad: algunos tics, sobre todo en la adolescencia, 'empeoran' al ver los tics de otras personas, según una investigación de la Universidad de Edimburgo (sostiene que es como bostezar, algo 'contagioso').
«Afectan a entre un 15% o un 20% de los chavales en edad escolar», apunta el neurólogo. En adultos, hay estudios que estiman que casi una cuarta parte de la población –sobre todo hombres, que los padecen diez veces más que las mujeres– los sufre en algún momento de su vida.
Guiñar ojos, parpadeos constantes, gestos con la cara, elevar hombros, girar la cabeza o chasquear los labios son algunos de los más frecuentes.
Es bastante habitual que una persona que padece un tic acabe teniendo otros.
«La persona que los sufre suele tener la capacidad de aguantarse un poquito de tiempo antes de que llegue el tic», apunta el neurólogo. Y, si nos distraemos con algo, también los frenamos. Tal y como describe, antes del tic se nota «una incomodidad», la necesidad de mover la zona afectada. A veces, intentar aguantarse mucho supone que cuando lo 'soltamos' haya una descarga y todos vayan seguidos.
«Afortunadamente, son graves en una proporción de casos muy pequeña», tranquiliza el especialista. Hay enfermedades –síndrome de Tourette, TOCs, dolencias degenerativas– que cursan con los tics como síntoma, pero, según añade el especialista, «no se manifiestan sólo con tics».
Si el tic supone una limitación funcional, se suele tratar con fármacos (antidopaminérgicos, risperidona, haloperidol..), «pero tienen efectos secundarios», de modo que hay que valorar si merece la pena. Inyecciones de bótox, evitar el estrés y hacer ejercicio para liberar energía suelen dar buen resultado.
Tal y como afirma Losada , «hay mucha confusión» entre todos los movimientos involuntarios que podemos sufrir. A veces no son tics, sino otra cosa: distonías (contracciones musculares mantenidas), mioclonias (sacudidas bruscas)... ¿Y ese palpitar del párpado que tanto ocurre, que empieza y se para solo? No es un tic, ni un trastorno, suele ser... cansancio.
Si los tics aparecen en la edad adulta sin que existan episodios previos es conveniente consultar con un profesional. También si duran más de un año o aparecen nuevos tics añadidos. La duda muchas veces es a cuál acudir. Psicólogo, psiquiatra, neurólogo... Son los neurólogos (previo paso por el pediatra en el caso de los chavales) quienes deben abordar los tics en primera instancia, sobre todo para descartar enfermedades subyacentes (poco probables). No obstante, los psiquiatras también los tratan y la colaboración de psicólogos puede ayudar.
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