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Las fuerzas antiaéreas del siglo XXI La guerra cambia de ‘sistema operativo’ Cazadores de drones, la nueva tecnología bélica que se ha disparado en Ucrania

Los drones son protagonistas de la guerra de Ucrania, donde se dice que participan hasta diez mil de ellos. Para contrarrestarlos y combatirlos, han surgido sus depredadores: los ‘cazadrones’.

Viernes, 30 de Junio 2023

Tiempo de lectura: 3 min

Tiene mira telescópica y gatillo y se usa como un rifle, pero no dispara balas. Es un cazadrones. Interfiere en la frecuencia de control de esos aparatos y los paraliza.

En West Point (Estados Unidos), esta nueva arma ya forma parte del equipo de entrenamiento de los soldados, que acaban de protagonizar unas ambiciosas maniobras de defensa aérea y guerra electrónica. El novedoso dispositivo antiaéreo gana así cada vez más terreno en la guerra moderna, donde sus 'presas' —en Ucrania se está demostrando— hacen importantes labores de exploración y bombardeo.



El cazadrones de la foto que abre este reportaje es un Dronebuster 3B y lo maneja un paracaidista de Estados Unidos en unas maniobras en Croacia. Se trata de un dispositivo eficaz y fácil de utilizar. Cuando un soldado detecta un dron enemigo, 'solo' debe apuntar y apretar el gatillo. El dispositivo interceptado caerá o regresará a su base. Así de sencillo.

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Arma ligera. El Dronebuster 3B, el cazador de drones que utiliza el ejército de Estados Unidos, es ligero (sólo pesa 2,2 kilos) y fácil de manejar.

El Dronebuster 3B mide 53 centímetros y pesa apenas 2,2 kilogramos. Su autonomía es considerable: permanece activo durante diez horas en modo detección y durante tres horas si está conectado en modo de interferencia continua.

Revolución bélica

Derribar o inutilizar drones se ha vuelto crucial en las guerras del siglo XXI: «Los drones están siendo el vértice de una revolución militar, tecnológica y en la forma de hacer la guerra y de entenderla», ha explicado César Pintado, profesor del Campus Internacional para la Seguridad y la Defensa de España.

Los drones se han convertido, de hecho, en la pesadilla de los soldados de infantería en la guerra de Ucrania. Su ejército ha elaborado una guía de instrucciones para evitar ser detectados por los dispositivos voladores enemigos (camuflarse, no exponerse...), algo que no resulta nada fácil porque los drones ven desde arriba, desde los lados e incluso por detrás. Los soldados deben camufarlo todo, también las trincheras, equipos, vehículos y almacenes.

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Los nuevos ejércitos. Dentro del cambio de paradigma que la irrupción de los drones suponen, las fuerzas militares trabajan también ya en el desarrollo de drones submarinos, controlados por inteligencia artificial o lanzados desde portaaviones especiales.

Los drones que participan hoy en la guerra de Ucrania cumplen con soltura varias misiones: identifican las posiciones enemigas; marcan los puntos para hacer los bombardeos o lo ejecutan ellos mismos. La alta demanda está haciendo, además, que constantemente sean mejorados y sus precios se abaraten, al menos en modelos previos. Los de nueva generación llevan incluso incorporados novedosos y más complejos sistemas de óptica y de visión nocturna.

Aparte de los drones anti-radar, hay drones unidireccionales muy pequeños, que se pueden lanzar desde vehículos. Y están los 'drones de mochila', que proporcionan a los soldados de infantería reconocimiento aéreo de corto alcance e incluso posibilidades de ataque.

Estos drones de pequeño tamaño también pueden 'merodear' durante un  tiempo. El más conocido de estos 'merodeadrones' es el US Switchblade, que vuela hasta diez kilómetros de distancia y se mantiene en el aire durante unos 15 minutos.

Los nuevos submarinos

Los drones en general están demostrando que sus posibilidades son muchas. Y que pueden ampliarse. Se trabaja en otras innovaciones singulares: en enjambres de drones basados en inteligencia artificial; en drones submarinos e incluso en la construcción de portaaviones de drones.

Son, sin duda, el arma del presente. La guerra de Ucrania lo demuestra. Aunque no hay cifras oficiales sobre cuántos drones se están utilizando ni sobre cuántos han sido abatidos, el Royal United Services Institute británico habla de diez mil, pero otras fuentes lo desmienten.

Lo cierto es que Rusia está realizando compras masivas, sobre todo en Irán, un modelo al que llaman 'kamikaze Shared 136'. Y Ucrania pide drones con insistencia a través de la web United 24. Los quiere para vigilar la línea del frente, que abarca casi 2500 kilómetros. El presidente Volodímir Zelenski no cesa de reclamarlos: «Necesitamos miles de ellos».