El funcionario agredido ya había sido acosado antes en las redes sociales

La Policía Nacional está investigando la denuncia de un funcionario municipal que asegura que fue agredido el martes en su puesto de trabajo, en la Oficina de Turismo del Pasaje de San Juan. Carlos Sánchez Rubio denunció que dos personas entraron en el despacho poco antes de las cinco de la tarde, cuando él acababa de abrir, y mientras una grabó la escena con el móvil, otra le golpeó con una silla en varias ocasiones.

Sánchez Rubio identificó en la denuncia a José Antonio Hinchado Alba como la persona que lo golpeó y amenazó, y Antonio García-Borruel como el acompañante que lo grabó todo con su teléfono móvil. El funcionario conoce a ambos porque han realizado numerosos comentarios sobre él en las redes sociales, especialmente en un grupo sobre Badajoz de Facebook. HOYcontactó ayer con ambos ciudadanos, pero no quisieron hacer declaraciones sobre esta denuncia.

Según Sánchez Rubio, el miércoles salió de trabajar de su oficina del Pasaje de San Juan a las dos de la tarde. En ese momento, los dos individuos que asegura que posteriormente lo agredieron, estaban sentados en la terraza de un bar frente a la Oficina de Turismo. Mientras se marchaba lo increparon, relata.

A las cinco menos diez de la tarde, el funcionario volvió a la oficina para abrir. Según su testimonio, abrió la puerta, entró y poco después le siguieron Hinchado Alba y García Borruel. Ya en el interior, el primero comenzó a gritarle diciéndole «que no volviera a hacer eso». La víctima, que asegura que no sabe a qué se refería, preguntó si le estaban amenazando. Entonces el agresor comenzó a gritar que iba a matarle y, según se refleja en la denuncia, cogió una de las sillas de la Oficina de Turismo y lo golpeó al menos dos veces.

El funcionario afirma que los golpes se dirigieron a su cabeza y que pudo pararlos, parcialmente, con los brazos. Debido al ataque sufrió contusiones y arañazos en ambos brazos. Uno de ellos debe llevarlo en cabestrillo por las lesiones. También tiene hematomas y heridas en la cara. Debido a la violencia del ataque, asegura el agredido, una fotocopiadora-impresora cayó al suelo y sufrió graves daños.

Tras este episodio, el funcionario salió corriendo de la oficina en busca de los agentes de la Policía Local que suelen estar en la puerta del Ayuntamiento. Uno de ellos lo asistió y movilizó a una patrulla que se presentó en el lugar de los hechos. Los municipales no localizaron en la zona a los supuestos agresores.

Sánchez Rubio, tras ser asistido en el hospital Perpetuo Socorro, presentó una denuncia en la Policía Nacional a la que adjuntó un parte de lesiones. Desde entonces está de baja debido a las heridas y asegura que las mayores secuelas se deben al susto que sufrió. «Lo peor fue el susto, el miedo. Pensé que me mataban allí. Estaba solo y pensé que me mataban», recordaba ayer este funcionario.

Carlos Sánchez Rubio conoce a sus supuestos agresores porque han realizado comentarios en las redes sociales desde que logró la plaza en el Servicio de Turismo del Ayuntamiento. Ahora, añade, teme que se pueda repetir y que vuelvan a atacarle. La Policía Nacional confirmó ayer a HOY que está investigando esta agresión, aunque por el momento no se han producido detenciones.

El alcalde de Badajoz, Francisco Fragoso, condenó ayer la agresión. El regidor indicó que fue llevada a cabo «por algunos miembros y perfiles de una red social que se ha destacado en los últimos años por el insulto, las descalificaciones y otros hechos y declaraciones contra políticos, funcionarios, empresarios y particulares. Hasta ahora, tanto el Ayuntamiento de Badajoz como algunos afectados han ido presentando denuncias por la presunta comisión de delitos de dichas personas y, en algunos casos, aún no se han sustanciado judicialmente. Sin embargo, ese matonismo de redes sociales ha traspasado las fronteras de los ordenadores o los teléfonos móviles para convertirse en violencia física y verbal, como sucedió en la tarde del martes contra un funcionario municipal que ya venía siendo previamente señalado por los presuntos agresores».

Fragoso lamentó «la degradación y contaminación que unos pocos pretenden hacer de la convivencia y el uso de la fuerza, las amenazas, el acoso y las agresiones para intentar acallar o amedrentar a personas que consideran no ya adversarios sino enemigos. Estas conductas, deleznables, repudiables y execrables, deben ser eliminadas de la esfera pública».