Así es la coreografía de la comparsa ganadora: una ballena viva y un río humano que bajan en piragua

En los últimos años es habitual que las agrupaciones carnavaleras incluyan novedades en sus coreografías, representaciones a modo de teatro, pero este domingo la comparsa El Vaivén subió un nivel. Su representación incluyó una ballena viva con la que interactuaron y un río por el que una niña bajaba en piragua.

Ver llegar a esta comparsa ya era impresionante porque se apreciaba la enorme ballena que les acompañaba. Lo novedoso es que este estandarte gigantesco no solo estaba delante, sino que se iba moviendo por toda la estructura de la comparsa, jugaban con ella. El carro de los instrumentos, además, era una ciudad de iglús y bloques de hielo.

La coreografía incluía bailes de los inuits cuyos tonos pastel contrastaban con las banderas que ondeaban. En un momento dado los bailarines rodeaban a la ballena y realizaban distintos riatuales, a modo de rezos y gritando palabras de este pueblo.

Uno de los momentos cumbres del espectáculo llegaba cuando lel cuerpo de baile rodeaba la ballena. Parecían que la cazaban con sus remos, pero en realidad era un rezo para revivirla y finalmente el animal volvía a la vida y abría su boca, sorprendiendo a los espectadores.

Por si esas sorpresas no eran suficientes, en otro momento de la coreografía, desplegaban una enorme tela azul y el cuerpo de baile casi al completo se metía debajo para convertir el desfile en un enorme río con los iglús de fondo. Entonces una niña bajaba en piragua ese río. Para lograrlo esta comparsa colocó la embarcación sobre una estructura que dos de sus miembros hacían resbalar por el río. El momento de la piragua impactó a los espectadores que aplaudieron con todas sus fuerzas la creatividad de esta comparsa.

El Vaivén, sin embargo, no ha sido la única comparsa que ha apostado por jugar con sus estandartes. Se está convirtiendo en un elemento clave. Ayer Los Colegas de Miajadas, que fueron cuartos, llevaron un enorme tren transiberiano en el que se montaban sus componentes y Los Pirulfos gustaron mucho con su túnel en el que sus soldados de asalto de Star Wars se convertían en jedis.