Educación amplía la ratio en el colegio Cerro Gordo a 25 alumnos por aula

Una decisión que fue tomada tras el encuentro que han mantenido este lunes la consejera de Educación, María Mercedes Vaquera y la secretaria general de Educación, María Pilar Pérez con la dirección del colegio y con un representante de los padres y madres del centro.

Fueron las familias quienes solicitaron a la consejería una ampliación de las plazas debido a la elevada demanda con la que cuenta el centro educativo, que este año ha recibido 80 solicitudes. Por ello, la consejería y el centro han consensuado no bajar la ratio a 22 alumnos, como se pretendía en un primer momento. «Dadas las características del colegio Cerro Gordo se mantienen las tres líneas de primero de infantil. No hay espacio suficiente para aumentar más aulas, cada una contará una ratio de 25 alumnos por aula en 3 niños de tres años».

Con esta decisión el número de vacantes ofertadas por el centro pasa a ser de 75 en lugar de las 66 que anunciaron en un primer momento. De las cuáles 54 se cubrirán con los alumnos que ya están en el aula de dos años.

Otra de las actuaciones que ha anunciado educación es la creación de una nueva aula para alumnos con Trastorno del Espectro Autista, (TEA) en el colegio. Un centro que cuenta con una elevada demanda ya que es el único que existe en el barrio. «Se ha priorizado la creación de una nueva aula TEA en el espacio que queda disponible», señalan desde la consejería.

Con la creación de esta nueva aula la consejería busca dar respuesta a las familias que demandaban este servicio, para el que hay reservadas siete plazas y que este año no se han completado.

La decisión se ampliar la ratio llega una semana después de que una decena de padres trasladara a Educación la petición de ampliar la ratio, como ya se hizo el curso pasado. «Estoy mucho más tranquila porque nos han solucionado el problema y ahora podremos conciliar la vida laboral con la crianza de los niños, ya que no tenerlos que llevar a un colegio fuera del barrio para nosotros es una ventaja increíble», decía Sara Viera, que era una de las madres afectadas.

Una sensación que comparte Arantxa Trigo que también temía que su hija de tres años tuviese que salir del barrio para estudiar. «Pese a tener todos los puntos mi hija quedó fuera en el aula de dos años y en esta ocasión no ha sido diferente. Tienen que ampliar plazas para que las familias de este barrio podamos conciliar», contaba Trigo esperanzada.

Pese a que la ratio se mantiene cinco alumnos del barrio quedarán fuera de este colegio, y tendrán que estudiar a seis kilómetros de sus viviendas. Una situación que se repite cada año, por lo que Fran Montero ni siquiera ha solicitado para su hijo plaza en Cerro Gordo.