El empresario Alejandro Ayala. HOY

«En la fábrica de litio de Badajoz todo el mundo quiere poner dinero»

Alejandro Ayala | Presidente de Phi4tech y Civitas Pacensis ·

El empresario pacense Alejandro Ayala, presidente de Phi4tech, promotora de la primera planta del sur de Europa de baterías, asegura que la financiación es sólida y que sus primeros clientes serán las renovables y no la automoción

Pablo Calvo

Cáceres

Sábado, 27 de marzo 2021, 08:08

Alejandro Ayala preside Phi4tech, la empresa que está detrás de la primera fábrica de celdas de baterías eléctricas del sur de Europa, en Badajoz. Será la culminación de toda una cadena de valor que toma el litio de Cañaveral, pasa por una nueva fábrica de ... cátodos en la provincia de Cáceres y le añade el níquel de Aguablanca, en Monesterio, mina que acaba de adquirir. Traducido en números: 1.000 millones de euros y casi 1.500 empleos directos.

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Pero Ayala también se encuentra al frente de Civitas Pacensis, sociedad que le conecta con su condición de empresario del sector inmobiliario, cuya trayectoria no siempre fue exitosa en el pasado.

En el momento de la entrevista han pasado 20 horas desde que presentara, en la sede de Presidencia de la Junta, el proyecto integral en el que Extremadura confía para ser protagonista de la revolución industrial que representa la economía verde.

–Se le notaba nervioso.

–Ayer (por el miércoles) estaba nervioso y hoy lo estoy mucho más porque ahora hay que cumplir todo lo que se ha dicho. Es una responsabilidad muy grande porque nos estamos comprometiendo a un montón de puestos de trabajo. Pero creo, de verdad, que va a haber una revolución industrial sin precedente en la comunidad autónoma aprovechando los recursos y riqueza que tiene. Podemos dar un salto cualitativo y cuantitativo como no se ha dado nunca.

–¿Cuál ha sido la reacción que les ha llegado tras presentar el proyecto?

–Sorprendentemente, nos han llegado reacciones de todos los rincones de España, incluso desde Cataluña. Nuestra ventaja es que somos un proyecto vertical, es decir, lo hacemos todo: somos los únicos que cogemos la materia prima, la transformamos y la utilizamos para consumo propio y para el resto del mercado. Esto no lo tiene hoy nadie en Europa.

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–¿Cuándo aparece la idea de construir una fábrica de celdas de baterías en Badajoz? Usted procede del mundo de la construcción.

–En 2012. Ese año es cuando conozco a Mario Celdrán (consejero delegado de Phi4tech) y me habla del grafeno; me dice que va a ser un elemento disruptivo y que va a generar una revolución industrial. Yo en aquel momento venía bastante castigado económicamente de la crisis inmobiliaria y no puedo ser un socio suyo de referencia, solo de acompañamiento, pero establecemos una relación personal importante. Primero desarrollamos una tecnología con unos socios, un proyecto que no acabó funcionando, pero Mario y yo decidimos iniciar uno nuevo para el que se requería sobre todo credibilidad. Así que nos fuimos a centros de investigación nacionales y también de Estados Unidos. Fuimos validando nuestros proyectos y nos dimos cuenta que necesitábamos litio además de grafeno. Hablamos con el ingeniero de minas que ha hecho el Mapa Geológico de España y la sorpresa mayúscula es cuando me dice a mí, al saber que soy extremeño, que donde hay litio es en Extremadura. Entonces nosotros estábamos pensando en comprar alguna mina por ejemplo en Bolivia. Se nos presentó la oportunidad histórica de hacer un proyecto integrador de todo. Me fui a ver dónde podíamos encontrar yacimientos de litio en Extremadura, buscamos distintos permisos de investigación, había trece o catorce y maduramos la idea. Le expusimos la idea al presidente de la Junta con esa base: algo integrador, desde la extracción del litio hasta la parte logística.

«Estamos deseando que la gente vea las máquinas trabajando para que se den cuenta que este proyecto es de verdad»

–Y se decide la fábrica de celdas en Badajoz...

–Sí, porque nuestro proyecto es de Extremadura, desde Cañaveral a Monesterio, pero la plataforma logística está en Badajoz, montada y en marcha, con una situación geoestratégica brutal, al lado de Portugal. Cuando los primeros inversores me decían que Badajoz está muy lejos, yo les decía que lejos de dónde, porque de lo que a mí me interesa está al lado. No todo sale por el Mediterráneo, también existe Lisboa. Estamos a hora y cuarto de los puertos portugueses. Ese mensaje ha ido calando.

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–Y a la vez expande Civitas Pacensis.

–Sí, porque la idea es: si creamos muchos empleos, se van a necesitar viviendas que no hay en Badajoz. Los proyectos tienen esas sinergias: Civitas, Lithium Iberia (la empresa que se ocupará de la extracción del mineral en Cañaveral con la que se mantiene una alianza estratégica) y Phi4tech se retroalimentan: parte minera, transformación y dónde va a vivir toda la gente.

–De la planta de cátodos en Cáceres no se habla hasta el día de la presentación. ¿La tenían prevista de verdad o es para conseguir equilibrios territoriales?

–Está pensada desde el principio porque toda batería llevará ánodo y cátodo, lo que pasa es que no sabemos si vamos a tener litio, porque las minas todavía no tienen los permisos. Para las celdas no necesito a nadie porque si, por lo que sea, Cañaveral no se autoriza, puedo comprar el litio a cualquiera, es algo que se vende en el mundo.

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–La planta de Badajoz no depende de Cañaveral...

–El litio está en el mercado, pero tenemos la oportunidad de que Extremadura se convierta en un proyecto revolucionario porque tiene esta riqueza del mineral, y si sale Cañaveral sería perfecto. Vamos a desarrollar un proyecto supersostenible. La minería nunca va a ser una actividad ecológica, pero podemos minimizar los daños. Somos la región de Europa con más zonas protegidas y eso no va a cambiar, pero qué tontería sería no aprovechar los recursos que tenemos, siempre cumpliendo todos los criterios.

–Volviendo a la fábrica de cátodos...

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–Siempre se planteó la fábrica de cátodos, pero necesita del litio; si se saca, lo vamos a transformar y refinar donde está, en este caso en la provincia de Cáceres, y hacemos el cátodo. Luego está el tema de la batería que se compone de muchas fases. Una de ellas, las celdas, es lo que estará en Badajoz. Y su destino final puede ser la automoción o las renovables.

–Pero la idea es que la mina de Cañaveral, al contrario que la de Valdeflores en Cáceres capital, está bien encaminada.

–Está muy bien encaminada, porque no hemos dado ningún paso sin que los pueblos de la mancomunidad estén de acuerdo; a partir de ahí ya hemos hecho una inversión importante porque se han realizado más de 30 catas, y cada una cuesta un dineral. No hemos hecho nada sin que estuviera consensuado con las autoridades, locales y autonómicas. No hay que olvidar que el litio es una oportunidad, pero también es un proyecto de diez años, si nos peleamos tú sí, tú no, lo que puede pasar es que deje de ser interesante porque surjan otras tecnologías. Por eso insisto en que es ahora la ocasión.

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–¿Dónde estará la factoría de cátodos?

–En uno de los pueblos afectados. Hemos hablado con Avante para ver el sitio más adecuado logísticamente por su suelo industrial. Necesitamos unos 60.000 metros cuadrados porque va a ser una planta grande en donde trabajarán más de 300 personas. Vamos a ver dónde tiene más sentido, siempre dentro de la provincia de Cáceres, pero en suelo ya preparado y público. Si la Administración ya ha hecho un esfuerzo en crear plataformas, parques y polígonos, hay que optimizar el dinero del contribuyente. Nos preocupan también otras cosas.

«Estábamos pensando en comprar una mina cuando nos dijeron que donde había litio era en Extremadura»

fábrica de celdas

–¿Cuáles?

–Pues de dónde vamos a sacar la mano de obra. Estamos muy preocupados por crear un ecosistema de empleo que no existe en la comunidad autónoma porque no se ha hecho nunca. Es la primera planta del sur de Europa con estas características, con extracción de litio diferente además. Vamos intentar poner todos los medios posibles para formar a la gente de aquí, que quienes terminan la carrera de ingeniero industrial o ingeniero de materiales no se vayan.

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Financiación

–La clave siempre es la financiación. ¿La tienen?

–Cuando empezamos este proyecto no existían los Next Generation ni los PERTE (fondos europeos para la renovación económica por la pandemia). Si eso sale, y nosotros estamos en varios PERTE, pues bienvenidos sean, pero nosotros ya hemos hecho los deberes y tenemos la financiación cerrada con fondos de inversión y bancos españoles. El presidente de la Junta ha estado con nosotros y cuando se ha dado este paso es porque se ha visto que hay inversores que han acreditado la solvencia suficiente. No hemos hecho la presentación a lo loco. Al fin y al cabo, es un proyecto superapetecible en estos momentos. Ynuestra tecnología, aunque no se le da mucha importancia, está validada por los dos centros de ingeniería más avanzados del mundo. En una semana o diez días ya anunciaremos clientes que ya nos están comprando. Es decir, tengo el proyecto, tengo el dinero, tengo el producto y lo más importante: tengo el cliente que me compra el producto.

–Esos primeros clientes no son del sector de la automoción.

–Un grave error es pensar que las baterías eléctricas son automoción. Es público que nosotros estamos trabajando con grupos de automoción en los PERTE, pero también está el sector de las renovables. Nosotros tenemos un producto híbrido supercondensador-batería que mejora la eficiencia de las plantas solares de una manera sideral. Y el mundo del 'data center' también lo revoluciona.

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«Necesitamos 60.000 metros cuadrados de suelo público, estamos viéndolo con Avante»

–¿Entonces, la estructura financiera con la que cuentan es sólida? Usted que procede del sector inmobiliario conoce que empresas con muchos proyectos ambiciosos desaparecieron con la anterior crisis.

–Aquí afortunadamente no me pasa como en el inmobiliario, aquí todo el mundo quiere poner dinero. La anterior fue una crisis financiera, ahora en cambio hay mucho dinero, lo que no hay son tantos proyectos. Para uno como el nuestro, que es un proyecto integrador, te llaman fondos de todo el mundo. Te preguntan: ¿tiene usted los papeles, tiene la tramitación correcta? Sí. Pues aquí tiene el dinero. Porque es para lo que ahora mismo hay más demanda en el mundo. Por eso digo que Extremadura tiene ahora la ocasión, pero si nos entretenemos mucho en si litio sí o litio no, la perderemos. Respondiendo a la solidez, ahora mismo tenemos la garantía absoluta de que de esos 1.000 millones, 600 millones ya están comprometidos. Mil millones es el proyecto en su máxima madurez, pero para arrancar la planta modular de Badajoz, hacer la de cátodos, montar la mina de Las Navas y la de Monesterio, para todo eso tenemos el dinero. Por cierto, con cero ayuda pública. No tenemos ninguna porque no la hemos pedido.

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–Hay dos asuntos muy presentes en la opinión pública, la mina de Valdeflores en Cáceres y la planta de baterías a la que se refirió la ministra en Martorell. ¿Les ha afectado a sus planes?

–En cuanto a la mina, nosotros invertimos en Cañaveral, que no es la ciudad de Cáceres. Si sale Valdeflores, me parecería estupendo, más litio para la comunidad autónoma que creo que es algo bueno, pero si Cáceres no quiere, pues nada. En cuanto a Martorell, allí sería una planta de ensamblaje de baterías, pero nosotros nunca hemos pensado en una fábrica de ese tipo, lo que vamos a hacer son celdas para baterías, que pueden ser para automoción o no. Siempre hemos sido un proyecto independiente. Es verdad que estamos trabajando con Seat en el desarrollo de algunas cosas, pero ni para nosotros Seat es la única salida ni por supuesto para ellos la única salida somos nosotros, hablan con mucha gente. Hay que saber además que una celda que hiciéramos para Volkswagen, por ejemplo, tardaría varios años porque hay que validarla por todos los requisitos de seguridad que lleva; en cambio nuestro proyecto ya está validado para el sector de renovables.

«Nos preocupa de dónde vamos a sacar la mano de obra, tenemos que retener a los ingenieros»

empleos

–El siguiente paso que van a dar en los próximos días, ¿cuál es?

–Con el Ayuntamiento de Badajoz. Ya tenemos ubicadas las parcelas (en la plataforma logística) y si vamos rápido con la tramitación, nos gustaría estar levantando los dos primeros módulos de la fábrica el verano que viene. La semana que viene estamos sentados con el Ayuntamiento. Estamos deseando que la gente vea las máquinas trabajando para que se den cuenta de que este proyecto es verdad.

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–¿Qué papel ha jugado la Junta?

–Todos los inversores que he intentado traer, sin la ayuda de la Junta de Extremadura no hubiera sido posible. La implicación, el trasladarle al inversor que la comunidad va a agilizar la tramitación, ahí me he encontrado un apoyo claro, e igual puedo hablar de Fragoso y de Monago. El presidente de la Junta ha estado disponible sábados y domingos, un día 11 de agosto en Olivenza para hablar con unos inversores... En el Ayuntamiento de Badajoz, en Cañaveral, en Monesterio me he encontrado mucha ayuda, y en Avante también.

–El problema de infraestructuras que arrastra Extremadura, ¿les afecta para cumplir con sus proyectos?

–Hay un compromiso por parte de las administraciones de que el año que viene está electrificada la línea hasta Navalmoral, y que en dos años lo tenemos todo. Yo creo que se va a ir encadenando una cosa con otra. Y en Portugal, nuestra salida natural, ya están todos los trenes de mercancías en marcha.

Inversores: desde el vicepresidente del Barça a Festina

El vicepresidente del Barcelona Jordi Llauradó es uno de los inversores de referencia del grupo Civitas, confirma Alejandro Ayala. «Él sí ha hecho una apuesta por el mercado inmobiliario en Extremadura. Le dije que al contrario que en Cataluña, donde las cosas estaban complicadas, en Badajoz y en Cáceres hay ilusión, hay proyectos. En los otros sitios se están peleando y nosotros, en cambio, tenemos una comunidad autónoma con estabilidad. Le convencí, pero me costó año y medio. El primer viaje a Extremadura que hizo no fue fácil».

Pero donde están los inversores más potentes es en la sociedad Phi4tech que construirá la fábrica de celdas de baterías. «Ahí está el grupo Festina, está Henry Kravis (cofundador de KKR, importante firma de inversión), tenemos altos cargos de fondos como Silverlake y CVC, personas importantes del empresariado madrileño, gestoras de valores y Bolsa... gente muy relevante. Lo que más gusta es que en todos los casos ponen su dinero a título personal. Arriesgan su propio dinero, no el de otras personas que invierten en sus fondos. A lo mejor no estamos tan locos. Al contrario, con estos compañeros de equipos es como jugar y ganar con Messi. Mi único mérito ha sido convencerles».

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