San Juan se monta a 40 grados
Feria de Badajoz ·
Feriantes y caseteros tiran de manguerazos, agua y jornada continua para tener listos los cacharritos y las casetas este viernes, que empieza la feriaFeria de Badajoz ·
Feriantes y caseteros tiran de manguerazos, agua y jornada continua para tener listos los cacharritos y las casetas este viernes, que empieza la feriaEn el ferial de Caya nunca se había madrugado tanto. A las siete de la mañana con la fresca se empiezan a bajar los hierros de los tráileres, a sacar los peluches de las tómbolas de los sacos de plástico y a soldar las piezas ... de la portada. A las doce montar un cacharrito en el descampado de Caya es casi un acto heroico. Y es que la ola de calor que desde el sábado tiene a Badajoz marcando los 40 grados en el termómetro ha cogido a feriantes y caseteros en pleno montaje de la feria de San Juan. Y no hay forma de esperar a que pase porque el viernes tiene que estar todo listo para que con el encendido empiece la fiesta.
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En los más de cincuenta San Juanes que tiene Julio Naranjo en su currículum feriante no ha vivido uno tan tórrido como el de este año. «Yo no recuerdo una ola de calor preferia como esta, hemos pasado años de calor en Badajoz pero una vez que ya teníamos montado y como mucho un par de días, el resto han rondado los 30 grados».
Su pista de coches chocantes ha sido la primera en acomodarse en el ferial de Caya. «Empezamos el viernes a las seis de la mañana y a las once y media tuvimos que parar de trabajar porque el calor era infernal, no había quien tocara un hierro aquí. Hemos tardado más tiempo de lo normal porque estamos parando en las horas de más calor, pero poquito a poco hemos montado, remojándonos con las mangueras y a base de mucha agua, ya solo estamos revisando».
No todos han sido tan previsores. Muchos feriantes llegarán este martes a Badajoz, tras recoger los bártulos en Plasencia cuya feria acabó el lunes. A ellos, les va a tocar montar a pleno sol, por mucho que apriete. Sin remedios milagrosos, el agua, los manguerazos, la jornada continua y la poca ropa son los únicos aliados en un ferial que, en la zona de cacharritos no tiene ni un metro de sombra.
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Los trabajadores de Ximénez, los encargados de ponerle las luces al ferial, están haciendo la jornada continua de siete a tres de la tarde. A partir de las once y media, empiezan a echarse agua fresca por la nuca para soportar el calor mientras atornillan, sueldan, repintan y encajan las piezas que dan forma a la Puerta de Palmas de Caya. «Esto tiene más arcos que la mezquita», bromeaba este lunes uno de los trabajadores de la empresa cordobesa.
Muy cerca de ellos, los cuatro trabajadores encargados de poner en vertical la noria, comenzaron a descargar la estructura. «Hemos empezado a las nueve, pero mañana –en referencia a este martes– tendremos que arrancar a las siete porque hace un calor que es demasiado y con la envidia de tener enfrente el parque acuático», comentaba el encargado de esta atracción, Diego Sánchez.
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Pese a los inconvenientes, los feriantes prefieren que los 40 grados les haya pillado montando que en plena feria, porque saben que el calor les resta horas de trabajo.
En la zona de casetas, el sol no pega tanto por los toldos y los techos de los locales. Aun así están sudando la camiseta antes de poner a la gente a bailar. Tras dos años sin actividad, la oferta de restauración y ocio de Caya no se resiente, el único cambio es el de la ubicación. Las casetas clásicas están ya tematizando los locales, llevando las vajillas o llenando las cámaras para estar listos el viernes.
En 'El Salero' lo único que tenían enchufado este lunes era una nevera para mantener el agua y las cervezas fresquitas. La empresa de Almería que lleva 16 años montando la caseta del PP regresa a Badajoz con calor pero con ganas. Justo enfrente está este año 'El Quinto Pino', cuyo dueño, Paco Gata, confirma que Jorge La Suerte estará de vuelta por San Juan. «Viene con animadores y DJ nuevos. Después de dos años de parón hemos tenido que reestructurar los equipos, pero vamos a intentar mantener nuestro rollo». En estas dos casetas, las previsiones para San Juan son muy optimistas porque ya prácticamente es imposible encontrar un reservado para los fines de semana.
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La ola de calor acabará antes de que empiece oficialmente la feria, pero de lo que no se escapará San Juan será de la inflación. Montarse en un cacharrito costará cincuenta céntimos más caro que el año pasado. Esa es la subida generalizada de cada viaje. «A nosotros nos ha subido todo, si no subimos un poco también, no podemos subsistir», justifica Diego Sánchez. Naranjo también está en la misma línea. «Vamos a subir 50 céntimos. No nos queda más remedio porque sino, no llegamos. Mover la pista a cualquier sitio me cuesta el doble en gasoil y en jornales».
En los cubatas también se notará la subida de precios, que rondará la inflación. «Todo lo que estamos comprando o alquilando nos cuesta entre un 30 y un 40% más caro. Eso no podemos trasladarlo a las copas porque la gente no tiene poder adquisitivo para aguantar una feria entera», explica Gata.
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