La Fiscalía pide hasta 13 años de cárcel para los implicados en el tiroteo mortal de Las 800 de Badajoz

La Audiencia de Badajoz juzgará en mayo el enfrentamiento a tiros ocurrido en la barriada de Las Ochocientas en el que perdió la vida un joven de origen marroquí, un hecho por el que se enfrentan a penas de hasta 13 años de prisión algunos de los implicados.

En el escrito de acusación de la Fiscalía de Badajoz se indica que el detonante fue un tiroteo anterior ocurrido el 18 de noviembre de 2017 en la calle Gurugú. Allí residía Manuel R. B., que al día siguiente contactó por teléfono con Nadir B., un holandés de origen marroquí residente en Málaga con el que había coincidido tres días antes. Manuel le encargó «una acción de represalia o escarmiento».

Nadir se desplazó a Badajoz en un vehículo alquilado, pero antes se reunió con Manuel en Sevilla. De regreso, Manuel contactó con Cristian A. C., sobrino de su mujer, y ambos se reunieron con Nadir y otros individuos no identificados en casa de Manuel.

Manuel y Cristian le facilitaron a Nadir un Nissan Juke sustraído en Elvas y con ese vehículo se trasladó a Las Ochocientas en compañía de al menos tres individuos. Eran las 21.17 horas cuando se adentraron en la calle Duero. Vestían de negro y se cubrían con pasamontañas.

La Fiscalía cree que portaban armas de fue largas y cortas y que al llegar a la plaza de las Escuelas dispararon contra una mujer que estaba con su hija y con otra mujer. Todas se refugiaron en una vivienda contra la que siguieron disparando los sicarios de forma reiterada. Una de las mujeres huyó a la carrera, siendo alcanzada por un perdigón en un muslo. Desde el interior de la vivienda repelió los disparos Samuel F. L., que no era ajeno a la posibilidad de ese ataque. Disparó con una escopeta desde dentro de la casa contra los atacantes, que huyeron hacia el vehículo.

Apenas 10 minutos antes Samuel había contactado telefónicamente con su vecino Francisco Javier F. M., quien a su vez contactó con Juan José O. F., hermanastro de Samuel. Por esta razón, Francisco Javier y Juan José se habían apostado en las azoteas de dos viviendas de la calle Castaño, que está próxima.

Nadir falleció a consecuencia de un disparo en la cabeza, con orificio de entrada en la parte temporal derecha y salida en la parte izquierda. El disparo fue realizado a una distancia de entre 50 a 100 metros y desde un plano más elevado que el que ocupaba esta víctima. No ha quedado suficientemente acreditado quién fue el autor del disparo.

El Nissan en el que huyeron apareció a la mañana siguiente cerca del campo de fútbol que hay junto al cercano camino viejo de Santa Engracia, calcinado y con varios impactos de proyectil.

Tras lo sucedido, Manuel R. B. hizo desaparecer otros efectos personales de su amigo Nadir y el vehículo que había alquilado la víctima para desplazarse a Badajoz. Era un Ford Focus al que le cambió la matrícula y junto con una documentación falsa se lo entregó a Víctor Manuel M. J., que tenía el coche en su poder cuando fue recuperado por la policía portuguesa el 13 de julio de 2018 en una investigación por robo y tráfico de drogas realizada en Elvas.

Por estos hechos, Manuel R. B. es acusado de los delitos de tentativa de homicidio (se piden para él 8 años de cárcel), daños (20 meses multa), receptación (2 años de cárcel) y falsedad de documento (3 años de cárcel), mientras que Cristian es acusado de tentativa de homicidio, daños y receptación con las mismas penas.

La Fiscalía también acusa a Francisco y Juan José de un delito de tentativa de homicidio (5 años de cárcel) que, en caso de no ser probado, se transformaría en un delito de lesiones agravadas para el que se solicitarían 2 años de cárcel. Además, se les imputa un delito de tenencia ilícita de armas largas de fuego para el que se propone 1 año de cárcel. Finalmente, la Fiscalía pide para Samuel un año de cárcel por un delito de tenencia ilícita de arma de fuego.