Fuerzan el bar y la asociación de vecinos de San Roque tras el entierro de la sardina

Las cerraduras, reventadas. Las máquinas de chicle, una, y de juguetes para niños, otra. Las dos destrozadas. La caja registradora, quebrada. Los cajones abiertos, los céntimos de euro por el suelo.

Así ha amanecido la asociación de San Roque y el bar con el que cuenta la mañana siguiente al entierro de la sardina, uno de los días grandes del barrio y probablemente la jornada en que más personas se encuentran en las instalaciones.

Sin embargo, los cacos se han llevado las manos vacías. «Han venido por dinero y han salido sin dinero», resume Beatriz Milán, que regenta el bar desde hace un año.

Por la mañana, la asociación repartió cien desayunos. Y a mediodía, con las sardinas gratis, muchos se acercaron a la barra a pedir bebida y otras cosas con las que completar el almuerzo. «Lo teníamos todo completamente lleno», explica Beatriz Milán. Creen que la cantidad de gente que se vio en las instalaciones hizo pensar a alguien que dejarían dinero en los despachos o en el bar, pero se lo llevaron todo.

«Han venido directos a por dinero, porque todo lo demás está en su sitio y no han encontrado dinero porque no tenía», insiste Beatriz Milán.

A pesar de que no hayan conseguido robar nada, el daño está hecho. La puerta de la cocina ha quedado reventada, por ejemplo, a la puerta de uno de los despachos le dieron una patada que logró sacarle el marco.

Desde la asociación de vecinos, su presidente, José Luis González, señala que tampoco ellos tenían nada en sus despachos. Pero, aun así, han presentado una denuncia en la Policía y el grupo de la Científica ha estado este miércoles por la mañana tomando huellas y otros datos, así como fotografías, para tratar de identificar a los autores.

Fue uno de los carnavaleros que participaron en el desfile quien descubrió el intento de robo esta mañana, dado que dejó el carro en las instalaciones y, al ir a recogerlo a las siete de esta mañana, avisó a la asociación de vecinos por el atraco.

José Luis González agradece la respuesta del Ayuntamiento, que ha acudido este mismo miércoles a reponer varias cerraduras. Entre ellas, las de la puerta principal. Aunque desde el bar, Beatriz Milán teme tener que hacerse cargo del cambio de algunas de las cerraduras.

En San Roque, antes del entierro de la sardina, hubo otro suceso. Un joven de 22 años de edad resultó herido en una reyerta en torno a las 9 de la mañana del martes en la avenida Ricardo Carapeto y como consecuencia de la pelea un varón de 22 años tuvo que ser atendido con traumatismo en la cara

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