Militantes socialistas piden el cese de Ricardo Cabezas por sus declaraciones sobre el caso sexual

En un sector del PSOE no han sentado bien las opiniones de Cabezas sobre la denuncia sexual publicada por Cristina Fallarás, la periodista que se ha hecho eco de los casos que han llevado a la salida de Íñigo Errejón de la vida política.

La denuncia referida al PSOE de Badajoz está formulada de forma anónima y narra una situación vivida hace cinco años con un cargo del PSOE pacense, con quien la mujer dijo haber tenido una relación sexual sin decir de quién se trata. Durante ese encuentro, le pidió que usara un preservativo, algo que no hizo.

Ese testimonio se conoció el domingo y el secretario local del PSOE atendió a preguntas sobre el caso el martes.

La misiva está fechada ayer miércoles en Mérida y promovida, según ha podido saber HOY, por un grupo de mujeres feministas principalmente, aunque también se incluyen hombres.

La carta, a la que ha tenido acceso HOY, recoge que Cabezas comentó que el PSOE provincial está formado por 6.000 militantes, de los que 4.000 son hombres y están todos señalados tras la denuncia. «Una denuncia sexual no puede quedar en el anonimato porque genera sospecha entre quien no lo merece. Ese es el malestar que tenemos», dijo a HOY, tal y como recoge la carta enviada al órgano de garantías. Cabezas también se refirió a que él mismo se había sentido señalado por la denuncia anónima y nervioso durante su participación en un acto público del lunes.

Los socialistas dicen que «las palabras empleadas por Ricardo Cabezas, en lugar de apuntar hacia el agresor, señalan y se refieren a la víctima a la que convierten en el centro del problema». Asimismo, consideran que «se sitúa a sí mismo en una posición de víctima y la denunciante pasa a asumir un papel de 'delatora' que es absolutamente inadmisible e incompatible con nuestros principios de igualdad y dignidad».

Los firmantes dicen que el PSOE es una organización feminista y que «los órganos internos deben estar centrados en establecer canales seguros y garantistas para atender este tipo de casos, deben estar a disposición de las víctimas respetando su intimidad, sin exponerlas a presiones ni colocándolas a ellas como el problema». De ahí que consideren que las palabras de Cabezas «no pueden proferirse en nombre o bajo los cargos de representación del PSOE». Y, además, «son injustas y revictimizantes para la mujer que ha formulado la denuncia».

Es por ello, indican, que «ponemos en conocimiento de la Comisión de Ética y Garantías, estos hechos para que, si caben, se tomen las medidas oportunas».