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¿Qué ha pasado hoy, 1 de abril, en Extremadura?
Sergio Morcillo, entrenador de piragüismo, muestra cómo es un nenúfar de largo tras arrancarlo a mano del río. Si se extiende junto al kayak. puede llegar a tener la misma altura. PAKOPÍ

Así se ve el nenúfar desde una piragua

Los deportistas sortean los tapices formados por una planta que se enreda en las embarcaciones, dificulta la natación y ha vuelto negra el agua bajo el puente Real

Rocío Romero

Badajoz

Viernes, 17 de junio 2022

Se lía en el timón oculto bajo la embarcación, se enmaraña en la proa y se engancha en los remos. El nenúfar mexicano dificulta practicar deporte en el río. El Club de Piragüismo de Badajoz quiere mostrar las dificultades que afrontan y el estado del Guadiana tal y como lo ven ellos, desde el agua. Lee aquí el reportaje sobre el recorrido que hicimos por el río.

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Los piragüistas tienen que ir sorteando 'islas' nacidas por la planta. Ahora están obligados a remar unos 600 metros hacia el Puente Real para iniciar sus entrenamientos por la cantidad de tapices que les impiden remar en sus proximidades. Para ello tienen localizados 'pasillos' libres de la plaga, pero resulta muy complicado mantener a los noveles en fila india.

La planta ha colonizado las orillas, lo que dificulta el acceso a las embarcaciones. Una vez en el río, los tallos se enganchan en la proa y el timón oculto, así como se lía en los remos y dificulta la natación. Por este motivo, el club de piragüismo exige a casi todos los deportistas ir en pareja. Solo hace excepciones con piragüistas muy experimentados.

La 'Nimphaea mexicana' crece con el buen tiempo. Eso hace que se vea a partir de febrero y se resguarde bajo el agua a partir de noviembre. El calor estimula la brotación de las flores, que son amarillas y muy atractivas. Son estas las culpables de que el nenúfar mexicano sea apreciado en jardinería. De ahí, que algunas personas las adquieran para decorar zonas verdes y haya terminado colonizando el Guadiana.

El tallo de las flores está aún más arraigado que el de las hojas. Hay que tirar con mucha fuerza para sacarlas del agua.

El nenúfar fue detectado en el arroyo Cabrera en los años 80 por el profesor de la Universidad de Sevilla Pablo García. Poco a poco ha ido extendiéndose hasta invadir el cauce urbano.

Una de las pocas ventajas es que permite a las aves caminar y, así, se pueden ver con más calma. Desde el agua se pueden observar cormoranes y moritos. En la imagen, una garza levanta el vuelo.

El helecho de agua, o azolla, está también muy extendido en el Guadiana. Es similar a un alga y se desmenuza al tocarla, lo que complica su retirada.

La azolla se mezcla con el nenúfar mexicano en los aledaños del Puente Real. Ambas plagas estancan el agua, de la que emana olor a putrefacción.

El club de piragüistas denuncia que estas especies crean una «mala imagen» del río y desaniman a los pacenses para subirse a un kayak. Este verano organizan campamentos para entusiasmar a los niños con el deporte y acercarlos a un río que lanza un SOS.

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