La Policía busca pruebas que aclaren el origen del incendio en uno de los locales del río

Los bomberos recibieron la primera alerta del incendio minutos después de las tres de la tarde. Una llamada informó de que un contenedor estaba ardiendo en el paseo de la margen izquierda, una vez pasado el puente de Palmas en dirección al Puente de la Autonomía. Instantes después recibieron otra llamada avisando de que era la terraza completa de uno de los establecimientos junto al río la que se estaba abrasando.

En pocos minutos, una columna de humo densa se podía ver desde el paseo fluvial y desde la margen derecha, en el parque del río. En otro día de altas temperaturas de agosto, eran pocos los viandantes que caminaban por la zona a esa hora. Sin embargo, varios conductores tomaron imágenes de unas llamas que se extendían con rapidez.

Dos dotaciones de bomberos y el vehículo de mando del servicio municipal lograron sofocar las llamas en una hora y, sobre todo, acotarlas a este establecimiento. El local vecino, Martinica, solo sufrió daños en una pequeña parte de su césped artificial y un toldo.

En cambio, la terraza del 'Cuarenta y 7 gastrobar Food & music' quedó ayer calcinada. El establecimiento está promovido por los propietarios de los restaurantes La Casona Alta y Baja. Hace seis meses abrieron este otro establecimiento, un gastrobar con servicio de comedor que se aleja del local de copas dirigido estrictamente a la noche.

En estos meses han tenido éxito con una carta formada por 47 platos, en la que hay propuestas innovadoras como las croquetas de cochinillo con crema de piña y otras tradicionales, como el bacalao a la nata o el entrecot de vaca. Los poke y los tacos completan una propuesta de menú que muchos comensales alargan con la sobremesa, las copas y las cachimbas. Suelen atender a un público joven y de mediana edad.

Tanto los propietarios como los trabajadores de los negocios de este grupo hostelero se acercaron ayer al lugar de las llamas. No daban crédito al suceso, aunque uno de los empresarios, David Benítez, confirmó a HOY la intención de recomponer la terraza cuanto antes para volver a abrir y atender las reservas. Sobre la marcha estaban avisando a quienes tenían concertada una mesa para la noche de ayer de que no podrían atenderles, al igual que buscaban los teléfono de quienes tenían las citas hechas para este miércoles. La plantilla del local está formada por seis trabajadores, que ayer miraban impotentes los resultados de las llamas junto a los propietarios y algunos amigos. «La valía del local es la terraza», decía con pesar David Benítez.

En los primeros instantes no podían hacer una valoración económica de los daños, aunque reconocían haber invertido mucho dinero y esfuerzo para apostar por esta zona, que se ha consolidado como la de ocio en la ciudad. Entre los objetos calcinados están los cuatro parasoles anclados al suelo.

Mientras unos y otros miraban los daños con desconcierto, los efectivos de la Policía Científica del cuerpo Nacional examinaban los daños para determinar el posible origen del incendio. Ayer era aún pronto para indicar qué puede haber pasado.

Los daños se han centrado en el exterior del establecimiento, dado que las persianas de chapa y la rápida actuación de los bomberos evitaron que el fuego se colara en el interior. Sí encontraron humo y algunos daños por radiación en la barra más próxima a las puertas, según explicó el jefe de guardia de Bomberos.

Los policías examinaron las persianas metálicas, levantaron parte de los materiales derretidos y observaron unos maceteros altos. Algunos de ellos habían ardido a la mitad. Supervisaron el cableado y la instalación eléctrica, y trabajaron tanto dentro como fuera del local. Los bomberos confirmaron a HOY que no es un tipo de incendio habitual en la ciudad, de los que suelen atajar con más frecuencia, aunque dejan a la Científica las conclusiones.