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Mucho ambiente en el centro comercial El Faro cerca del mediodía de este domingo Pakopí
Las rebajas comienzan al ralentí en el centro de Badajoz y con lleno en El Faro

Las rebajas comienzan al ralentí en el centro de Badajoz y con lleno en El Faro

En la calle Menacho apenas abrieron una veintena de establecimientos; en la zona de El Corte Inglés sí había más ambiente

Domingo, 7 de enero 2024, 21:04

El luminoso marcaba 41 plazas libres en el aparcamiento del centro comercial El Faro cerca de la una y media del mediodía. La aglomeración de gente en estas instalaciones contrastaba con el escaso ambiente de rebajas que se notaba este domingo en las calles del centro de la ciudad.

Lo que no variaba en ambas zonas comerciales eran los motivos de los clientes para acudir a las tiendas: cambiar regalos, la mayoría, y aprovechar el domingo para ir de tiendas con el inicio de las rebajas, los menos.

En Menacho, la vía comercial más frecuentada, había apenas una veintena de comercios abiertos y muy poca gente con bolsas de la mano. Y algunos de los paseantes habían llegado hasta allí por casualidad, no buscando hacer compras. «La verdad es que al ser domingo no nos esperábamos que estuvieran las tiendas abiertas, hemos salido a desayunar con los niños y hemos parado», reconocía un joven que empujaba un carrito ya pasado el mediodía.

«He salido para comprarme un abrigo en las rebajas; que hoy es mi cumpleaños»

Prisca Vázquez-Rafael

Clienta

«Hemos abierto a las once, una hora más tarde de lo habitual, pero hay pocas tiendas abiertas en Menacho»

Rosa Torres

Dependienta

«Venimos a cambiar ropa de los regalos de mis hijos; que no hemos acertado con la talla exacta»

Juan Ignacio Monago

Cliente

Los llamativos carteles anunciando las rebajas no conseguían atraer al público. Aunque en algunas tiendas los descuentos ya se llevaban aplicando desde antes de fin de año. «Tenemos las rebajas desde hace diez días, para que la gente pudiera comprar los regalos un poco más baratos», puntualizaba Rosa Torres, dependienta de Rafaello Infantil.

Lo cierto es que el frío no invitaba a salir a pasear. Los comerciantes de la zona eran conscientes y la mayoría levantaron la persiana de su establecimiento algo más tarde de lo habitual. «A las once hemos abierto», reconocía Torres, que se encontraba sola en el interior de su local y que también había contrastado que mucho comercios habían de la calle habían preferido no abrir. «Hemos tenido gente, aunque no mucha», remarcaba.

Según avanzó la mañana se fue notando más presencia de clientes en la zona de tiendas del centro. Muchos, que sí salieron de casa con intención de echar un vistazo a las rebajas o de cambiar algún regalo, se sorprendían al ver las tiendas cerradas. «Venimos a hacer algún cambio y pensamos que iba a estar todo abierto», indicaba una pareja casi sin detenerse y con las manos en los bolsillos a causa de las bajas temperaturas.

Algunas personas, incluso, tuvieron que regresar a sus domicilios sin cumplir el cometido con el que habían salido. «Venía a cambiar esto —detallaba una mujer levantando una bolsa roja— pero la tienda está cerrada y no he podido hacerlo; ya volveré mañana», lamentaba. Aun así, pese a ese pequeño contratiempo, tenía pensado dar una vuelta por las tiendas que estuvieran abiertas. «En las rebajas siempre hay que mirar por si encuentras algo a buen precio», añadía.

Más suerte esperaba tener Prisca Vázquez-Rafael: «Voy a cambiar un perfume, porque mi hermana se ha equivocado de marca, y a comprarme un abrigo de plumón hasta los pies, que es mi cumpleaños», decía a la entrada de la calle Menacho por la zona del aparcamiento.

En la zona más próxima a El Corte Inglés, en la calle Enrique Segura Otaño, sí había más tiendas abiertas y más gente paseando. «Si abre el centro comercial —señalaba Teresa Carande, de la tienda El Pájaro Loco, al centro comercial— compensa abrir, porque hay movimiento». Por el momento, ya pasada la una del mediodía, estaba satisfecha con la decisión. «Está entrando gente que viene a comprar; todavía no ha venido nadie a cambiar nada», manifestaba.

En su caso también había optado por abrir el negocio algo más tarde de su horario habitual. «La gente no sale pronto al ser domingo», explicaba Carande, que sí esperó hasta este domingo para iniciar las rebajas en su establecimiento.

En la puerta principal del edificio de El Corte Inglés había un constante reguero de gente. Sin los agobios de las jornadas previas a la noche de Reyes, no dejaban de entrar y salir clientes cargados con bolsas. No todos iban a comprar. «Venimos a cambiar ropa de los regalos de los niños, porque no hemos acertado con la talla exacta», comentaba Juan Ignacio Monago con una sonrisa. Él y su mujer, que llevaban varias bolsas en las manos, caminaban hacía las tiendas de Enrique Segura Otaño.

Donde las rebajas sí consiguieron congregar a gran cantidad de clientes fue en El Faro. Aunque hasta el centro comercial también llegaron personas con bolsas llenas para cambiar algún regalo poco acertado o repetido. Así, el espacio se llenó de clientes desde primeras horas de la mañana y su número fue creciendo según avanzó la jornada. En las horas centrales del día apenas había sitios libres en el aparcamiento. Muchos fueron los que aprovecharon la visita para comer en las establecimientos de hostelería y seguir con las compras y los cambios por la tarde.

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