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Un tataranieto acaricia la caja con los restos de Salvador del Amo. PAKOPÍ

Una tumba en Badajoz, «final feliz» para Salvador

Los nietos de este represaliado por el franquismo desearon en su entierro que otros familiares de las víctimas de la dictadura logren recuperar a sus parientes

Martes, 1 de agosto 2023, 14:03

Un entierro puede ser triste y alegre. Ha sido el caso del de Salvador del Amo Jiménez. Sus cuatro nietos, sus bisnietos y tataranietos han llorado esta mañana de martes al ver sus restos entrar en un nicho del departamento 7 del cementerio de San Juan, en Badajoz, pero también ha habido sonrisas de triunfo porque este represaliado del franquismo volvía casa 82 años después de su muerte.

«Es el final, pero el principio para nosotros y esperamos que la gente que ha tenido menos suerte consiga este final feliz», ha dicho el nieto de Salvador del Amo, que tiene el mismo nombre y apellidos. Ha deseado que otras familias de víctimas de la dictadura recuperen a sus parientes fallecidos.

«Era afable, un hombre sencillo que defendió lo que tenía que defender. Se lo llevaron y nosotros lo hemos traído»

Salvador del Amo

Nieto de la víctima

«Era afable, un hombre sencillo que defendió lo que tenía que defender. Se lo llevaron y nosotros lo hemos traído», ha recordado Salvador que solo conoció a su abuelo por lo que le contó su padre.

Salvador del Amo Jiménez, y su hermano Manuel, era agricultores y defendieron la república. Un consejo de guerra les condenó a 20 años de prisión y fueron trasladados a la Prisión Central de Orduña (Vizcaya) para cumplir su pena. «Las condiciones de vida eran inhumanas: torturas, hambre, humillaciones, esclavitud y muerte», asegura la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura (Armhex). Este extremeño murió en 1941 cuando solo tenía 52 años y fue enterrado allí.

La cárcel de Orduña

En su entierro su familia ha querido recordar a los investigadores que han sacado a la luz lo que ocurría en Orduña y al Ayuntamiento de esta localidad que se ha comprometido a identificar a los 225 fallecidos que hay en esta antigua prisión. «Allí están avergonzados por aquello y porque se usó a los prisioneros como mano de obra barata», ha revelado el nieto de la víctima.

«Que se haga todo lo posible para sacar esto ha la luz», ha terminado Salvador en el homenaje a su abuelo, «sin rencor».

El acto ha comenzado con el himno de Riego interpretado por la violinista Valentina de la Peña. Los familiares de Salvador han estado arropados por más de un centenar de personas, entre ellas, miembros del PSOE, Izquierda Unida, la Armhex y la asociación de vecinos del barrio de El Progreso, donde viven sus parientes. De hecho su nieto Salvador del Amo preside esta agrupación desde hace años y es muy conocido en Badajoz.

Ha presidido el homenaje el delegado del Gobierno en Extremadura, Francisco Mendoza, que ha estado acompañado por Ricardo Cabezas como representante de la Diputación de Badajoz. En su intervención Mendoza ha destacado que este tipo de actos «otorga paz a los muertos y a los vivos» y ha apelado al perdón y a la reconciliación.

El delegado del Gobierno ha destaco que «dos extremeños que perdieron la vida en tierras tan lejanas hoy vuelven a casa, aunque en realidad no la perdieron, fueron asesinados». «Siento pena y tristeza al pensar en la vida que hubiesen llevado, una vida llena de dificultades, pero de alegrías».

Por su parte el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura, José Manuel Corbacho, ha destacado que Salvador ya tiene «una sepultura digna donde la familia ha querido y no donde decidieron sus verdugos».

«Hoy tiene una sepultura digna donde la familia ha querido y no donde decidieron sus verdugos»

Corbacho ha recordado que Salvador y su hermanos Manuel fueron juzgados como traidores «por los traidores» en un consejo de guerra sin garantías judiciales y ha destaco la importancia de reivindicar su esfuerzo por defender la república, «restituir su honor por lo que lucharon por ella». «La de Salvador es una historia de dignidad», ha concluido.

Tras las intervenciones se ha leído un poema de Ángel Campos Pámpano y ha sonado en violín «El Cant dels Ocells» y los operarios municipales han procedido a introducir los restos, en una sencilla caja cubierta con la bandera de Extremadura, en el nicho. Sus familiares han pedido que fuese enterrado con las flores que han llevado como homenaje y, tras cerrar el sepelio, han rezado un padrenuestro y un avemaría. Los presentes han cerrado el acto con un aplauso.

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