Cáceres disfruta de su desfile matinal pero cancela el programa vespertino

Además de Takicardia, se sumaron al desfile dominical Mansaborá, la Banda del Colorete, el colegio público La Montaña, Al lío y la ampa del colegio María Auxiliadora. El pasacalles arrancó cuando pasaban unos minutos de las doce de la mañana de la avenida de España (de las inmediaciones de la Cruz) y llegó hasta la Plaza Mayor. Los incombustibles del Carnaval cacereño desafiaron a las bajas temperaturas que se registraron en la ciudad y a la amenaza de lluvia.

Ya para entonces, la asociación vecinal Cáceres el Viejo había comunicado en redes sociales que las actividades organizadas en el barrio se suspendían por las inclemencias meteorológicas. Hasta aquí tenían previsto desplazarse las comparsas para desfilar por la tarde.

El público siguió el desfile sin disfrazarse. Victoria Corbacho fue una de las excepciones. Tiene 79 años y no se resistió a caracterizarse como Mary Poppins.

«Se merecen un homenaje», apuntaba Fernando Jiménez Berrocal, cronista oficial de Cáceres, sobre las comparsas. «Son las que mantienen vivo el Carnaval de Cáceres, un año tras otro. Nunca se rinden. Y lo hacen con toda la dignidad del mundo», comentaba sobre el terreno.

Este lunes habrá talleres inclusivos para niños en el Edificio Embarcadero y en la casa de cultura Mejostilla-Gredos.

La comparsa Takicardia ha obtenido el primer premio (dotado con 1.200 euros) en el desfile de Carnaval con su homenaje a Barcelona '92. Detrás de su propuesta hay un trabajo que arrancó en verano, según cuentan sus integrantes.

«Empezamos proponiendo ideas y entre todos votamos la que más nos gusta», detalla Patricia Vaca, integrante de esta agrupación. El boceto ganador fue propuesto por Natalia Torres.

Una vez elegido el modelo, llega la hora de la búsqueda de material y el diseño del gorro, «que es lo primero», comenta Raquel Sanz, encargada de realizar el patronaje. Han tomado el vídeo de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Barcelona'92 como referencia para inspirarse en su diseño. En ese acto los chicos del equipo español llevaban una americana azul marino y las chicas, una falda de tablas roja y amarilla. Coronaban sus looks con sombreros blancos. «Hemos fusionado el traje del hombre y el de mujer y ha salido esto», admite Sanz.

En el sombrero han incluido las medallas olímpicas, la antorcha olímpica, los aros olímpicos y Cobi, la mascota de Barcelona'92. «Nos pusimos a coser en octubre. Y algunos han terminado el traje la noche antes del desfile», detalla. «Intentamos que todo quede en Cáceres. Y todos los tejidos están comprados en Retales Manolo», subraya Raquel.

La puesta en escena de los 63 componentes de esta comparsa se completaba con las música de Freddie Mercury y Montserrat Caballé y de Los Manolos.

Además de la originalidad del disfraz, el jurado tiene en cuenta otros aspectos a la hora de puntuar, como la coordinación y la complejidad de la coreografía, la vistosidad y el gorro.