Las cámaras no multarán a los vecinos del casco viejo de Cáceres hasta que se resuelvan sus solicitudes

Pedro Muriel, concejal de Movilidad, avanza que no se sancionará a los residentes hasta que se resuelvan todos los permisos solicitados. Las cámaras, precisa, se activarán al terminar las obras –el último plazo dado para el fin de los trabajos fue el 10 de noviembre– pero no sancionarán por ahora a los usuarios que, en teoría, deberían estar autorizados para pasar.

«Se han tramitado más de 400 solicitudes desde el mes de mayo. Y no se ha dado respuesta a nadie», se quejó en las páginas de este diario Juan Manuel Honrado, presidente de la asociación vecinal Ciudad Monumental. Las nuevas cámaras están situadas a la entrada de San Antón y al inicio de la calle San Ildefonso, junto al Puente de San Francisco. Limitarán el acceso a 24 nuevas vías y plazas del centro de la capital y su activación se prevé inminente.

De esta manera, en la práctica, las restricciones aplicadas hasta que se resuelvan las solicitudes serán las mismas que se han empleado durante las aperturas provisionales de Parras y San Antón en las últimas semanas, marcadas por la señalización vertical instalada.

Todo aquel que acceda, explica Muriel, estará expuesto a que un agente de la Policía Local le pare y le pregunte dónde se dirige. Si es residente y demuestra que ha pedido el permiso, no se le impondrá ninguna multa. Tampoco habrá sanción para aquellos que se dirijan al parking de Obispo Galarza. Pero sí se expone a ser multado el coche que no pueda justificar su paso por esta nueva área restringida.

«Seguimos recibiendo solicitudes. Y estamos gestionándolas ahora. Hemos detectado que hay solicitudes de gente que no tiene nada que ver con las calles de acceso restringido. Y eso ahora se está gestionando administrativamente», ha explicado el concejal. Cuando se hayan tramitado todos los permisos, ha expuesto el edil, se comunicará públicamente.

El tráfico está limitado en la zona intramuros de Cáceres desde 2003, primero con un sistema de pivotes y posteriormente con cámaras. Ahora la zona restringida a la circulación se amplía a 24 vías nuevas, situadas en el área comprendida entre San Antón y Sal Ildefonso y afecta a calles como Pizarro, Damas, Consolación y Torremochada, entre otras. La multa máxima contemplada en la ordenanza municipal para los infractores asciende a 3.000 euros.

Mientras tanto, estos días se trabaja en la fase final de la plataforma única, una obra que arrancó el pasado verano. En la calle Parras ya es posible ver cómo será el acabado final de la parte central de la vía. Tal y como publicó este diario, la de Parras y San Antón será la primera plataforma única de la ciudad cuyo pavimento no será de granito –como ocurre en San Pedro de Alcántara o Gómez Becerra–, sino de cemento impreso. La parte central no lleva adoquines, sino unos dibujos realizados sobre cemento que simulan ser piedras.

El Consistorio defiende el empleo del cemento impreso en este caso por su resistencia y economía. Por Parras y San Antón seguirán circulando autobuses.