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¿Qué ha pasado hoy, 22 de febrero, en Extremadura?
Los alumnos organizados en filas para someterse a una PCR a su llegada a las instalaciones del Cefot, ayer. A M.

El Cefot recibe un nuevo reemplazo de 1.300 alumnos

La base mantiene un estricto protocolo interno anticovid, aunque flexibiliza las salidas del centro de los futuros soldados

LAURA ALCÁZAR

CÁCERES.

Martes, 9 de noviembre 2021, 10:46

Vienen ya con destino elegido y algunos de ellos también con las ideas muy claras: «Siempre he querido ser militar y viendo el papel que tienen ahora en la sociedad me ha hecho reflexionar y es lo que quiero ser», afirmaba con convicción Gabriel Lara mientras la peluquera Emi Parrón le rapaba la cabeza. Este alicantino de 18 años se incorporó ayer al acuartelamiento de Santa Ana para iniciar su formación de soldado. «Después voy a Asturias, al regimiento Príncipe 3».

Lara es uno de los 1.300 nuevos alumnos del segundo ciclo formativo de este año en el Cefot, que arrancaba este lunes, poco días después de que el centro de formación de tropa número 1 haya sido noticia por un posible caso de abuso sexual de un sargento sobre una soldado.

El trajín en las instalaciones de la base militar fue intenso durante toda la mañana, con un gran despliegue organizativo de puertas para adentro, mientras en el exterior muchos jóvenes se despedían de sus familiares.

La presencia femenina, con 124 mujeres en el periodo formativo que se inicia, oscila entre el 10 y el 20% según los ciclos

Desde Vigo habían viajado con sus respectivos padres Borja Álvarez y Brais Bernárdez. Los dos amigos, de 22 y 23 años, admitían su vocación castrense. «En mi caso porque ya tengo familia en las Fuerzas Armadas», señalaba el primero. «Siempre he sentido atracción por las fuerzas y cuerpos de seguridad», apuntaba, por su parte, el segundo.

La presencia femenina, con 124 mujeres, apenas alcanza el diez por ciento. «Aunque depende de cada ciclo, suele estar en el diez y el 20 por ciento», indicaba el capitán José Sánchez Royo.

Una de esas alumnas es Paula Murillo, que cuando finalice su formación accederá a la Legión, concretamente, a la brigada de infantería ligera en Almería. «Desde pequeña he querido ser militar de la Legión porque me parece un cuerpo destacado dentro del ejército», comentaba esta joven de 19 años, que pese a reconocer la dureza del periodo que tiene por delante, aseguraba sentirse «mentalmente preparada, con ganas y energía».

Tras el trámite de afiliación, a los soldados se les practicó antes de nada una PCR. En la base se sigue un estricto protocolo anticovid, con mascarilla obligatoria incluso en exteriores, distancia de seguridad recomendada y medidas higiénicas.

Lo que sí se han flexibilizado son las salidas de los alumnos, que desde este próximo fin de semana están autorizados a abandonar las instalaciones por turnos. «Si la situación evoluciona bien se tomará la decisión de que puedan salir tanto a diario como el fin de semana a sus domicilios», avanzaba Sánchez Royo.

El centro mantendrá grupos burbuja de entre 30 y 40 alumnos por pelotón, en cada una de sus cuatro compañías. Para reforzar la plantilla durante la formación han llegado 45 mandos de personal agregado.

Los aspirantes se dirigían con el test covid superado a los pabellones para dejar sus pertenencias en las camaretas asignadas. En un máximo de dos o tres días y tras someterse al tallaje, se les entregarán sus equipos y uniformes. Con ellos estarán listos para cumplir su sueño profesional.

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