La cofradía de la Soledad de Cáceres pide arreglar rápido la ermita para tenerla lista en Semana Santa

El accidente ocurrió el lunes por la tarde en la plaza de la Soledad, situada junto a Santa Clara. La hermandad pide celeridad a la hora de buscar una solución y quiere que la reparación se acometa durante las próximas semanas, antes de la celebración de la Pasión cacereña. Así lo manifestó este martes a este diario Miguel Ángel García, mayordomo de la Soledad, quien especificó que ahora la pelota está en el tejado de las compañías aseguradoras, a las que urge a actuar cuanto antes. «Lo importante es mantener la seguridad», apostilla.

Por un lado está la compañía aseguradora de la ermita, un templo con historia edificado originalmente en el siglo XV sobre los restos de un hospital de los siglos XIII y XIV. Y por otro lado interviene la compañía aseguradora del camión de la empresa de lavandería que ha ocasionado el daño. Ambas partes se tienen que poner de acuerdo. Este miércoles está previsto que el perito de la aseguradora contratada por la cofradía visite el lugar de los hechos para hacer una valoración de los daños.

El Consorcio Cáceres Ciudad Histórica, organismo encargado de supervisar las actuaciones que se realizan en el área monumental y su entorno, ha sido el primero en realizar un examen de lo ocurrido. Su director, Javier Sellers, se desplazó hasta la ermita el lunes tras ser avisado de lo sucedido. Se da la circunstancia, además, de que Sellers es hermano de la cofradía. «Parece más espectacular de lo que es. Si se repara bien, no se va a distinguir el daño. Es algo que no compromete el futuro ermita», tranquiliza el técnico al tiempo que descarta que el interior del templo se haya visto gravemente afectado. La esquina dañada, detalla, es un muro de mampostería similar al resto de los que hay en la Ciudad Monumental.

Tanto la Policía Local como técnicos municipales se apresuraron el lunes a vallar la zona y a apuntalar la pared que había sido golpeada para evitar posibles desprendimientos.

El camión de la empresa de lavandería que originó el accidente cuando trataba de hacer una maniobra para esquivar un coche mal estacionado presta servicio de forma habitual a hoteles del casco histórico. Venía de la calle Pizarro, según ha detallado Miguel Ángel García.

El accidente ha reabierto en la parte antigua las quejas vecinales por la entrada de vehículos de grandes dimensiones. Juan Manuel Honrado, presidente de la asociación vecinal Ciudad Monumental, recuerda que los residentes de vías estrechas como la calle Consolación sufren de forma recurrente daños en sus balcones. En otras ocasiones, los camiones se han llevado por delante tuberías de gas.

La nueva ordenanza de control de acceso al casco viejo, cuya entrada en vigor se prevé a partir de abril, limita las dimensiones de los vehículos para dar respuesta a esta petición vecinal. El texto especifica que no podrán circular por el casco histórico los vehículos que pesen más de 3.500 kilos y aquellos que midan más de 2,60 metros de alto o que excedan una anchura máxima de 2,30 metros. En la calle Consolación, en concreto, no podrán superar un ancho de 1,95 metros y 2,80 metros de altura (el límite actual es de 2,88).