Compra un coche en Málaga, se avería al traerlo a Cáceres y arreglarlo supera lo que le costó

La ganga salió cara. Un vecino de la zona de Trujillo ha estado más de cuatro años pleiteando para recuperar el dinero que pagó por un coche de segunda mano: un Audi Q7 con 215.954 kilómetros. La venta se hizo en Málaga, en un concesionario de compraventa de vehículos de segunda mano, el 6 de octubre de 2017. El comprador pagó 2.000 euros en mano, y firmaron un contrato en el que se indicaba que había pagado 13.200 euros.

Ese mismo día el cacereño cogió su Audi para regresar a Cáceres, pero el coche se paró cuando había recorrido 283 kilómetros, a la altura de Santa Olalla del Cala (Huelva). «Se detuvo aparatosamente», dice la sentencia. El asombrado comprador tuvo que llamar a la grúa, que remolcó el coche hasta un concesionario de Don Benito. Allí le dijeron que había tenido una grave rotura del bloque del motor y que repararlo costaba 15.468,22 euros, es decir, 268 euros más de lo que había pagado por él.

Entonces empezó la batalla judicial. El comprador se sintió engañado y reclamó al vendedor de Málaga que pagara el arreglo y la grúa o que le devolviera el dinero. Este se negó, aseguró que el coche se había estropeado por un mal uso del conductor. Dijo que el Audi estaba perfectamente, que antes de comprarlo, el de Cáceres hizo un viaje de ida y vuelta, de Málaga a Salamanca, y recalcó que en el contrato firmado el comprador declara conocer el estado del vehículo, «eximiendo al vendedor de toda responsabilidad por los vicios o defectos que surjan con posterioridad a la entrega».

La aseguradora en garantía, contratada para el vehículo recién comprado, era Atlántica Garantía. Se le pidió que cubriera el gasto de la avería, pero lo rechazó porque tenía que pasar 15 días y haber recorrido más de 1.000 kilómetros desde el inicio de la garantía, para poder cubrir el siniestro.

Un juzgado de Trujillo anuló la compraventa. El vendedor tenía que recoger el coche y el comprador recuperaba el dinero fijado el contrato más la grúa, es decir 13.454 euros. Nada se decía de los 2.000 euros entregados en mano. El vendedor recurrió a la Audiencia Provincial, que confirmó la sentencia.

El vendedor siguió recurriendo al Tribunal Supremo, que ha confirmado la sentencia e impone el pago de las costas del procedimiento a la parte que ha recurrido. Para el Supremo es importante la aportación de un perito industrial, que analizado el coche indicó que la avería era anterior a la compraventa.

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