«He decidido cambiar de medio de trasporte cuando empiece a trabajar»

Para Carolina Rocha la nueva situación y el espacio que proporciona la ciudad ha sido una forma de plantearse su propia movilidad. Tiene 34 años y trabaja en la tapería Lizarrán, situado en la calle Moret, que todavía está cerrada. Vive en la Mejostilla y siempre utilizaba el coche para desplazarse. «Al final tardas menos andando o en bicicleta que en el coche». Hace una semana se compró una bicicleta nueva. Le rondaba la idea, pero un amigo le dio el empujón definitivo para dejar algo de lado el volante del automóvil. «Vamos a abrir ya pronto y tendré que empezar otra vez para arriba y para abajo, así que he decidido cambiar de medio de transporte cuando empiece».

De momento ella solamente ve ventajas, está estrenando su bicicleta y se encuentra como niña con zapatos nuevos. «Haces ejercicio, ahorras gasolina, todo es mucho más saludable», explica. A lo que se está dedicando estos días previos al inicio de la actividad en el bar es a foguearse por la ciudad. «Las calles están cortadas y están bastante bien para circular, voy muy segura».

Desde la Mejostilla hasta el centro de la ciudad cuenta con el impedimiento de la pendiente. «Hay que subir la cuesta del cementerio, me puedo ir por la Ronda Norte que también es cuesta o por San Blas, que también, pero ahí voy, poco a poco».

Durante estos días ha descubierto la libertad sobre las dos ruedas. «Es otra cosa, completamente diferente, te va dando el aire». Confía en que cuando regrese la normalidad se encuentre con conductores respetuosos. «Yo soy conductora y sé lo que hay, voy respetando, pero hay gente a la que todavía le cuesta porque creen que por ir por la carretera van mandando».