Descartan daños estructurales en el edificio de Cáceres cuya fachada se derrumbó

El concejal de Seguridad y Servicios Públicos ha comparecido esta mañana para subrayar que aún no se ha decidido si se mantiene el desalojo o los vecinos vuelven a sus casas aunque con algunas limitaciones, ya que les quedaría restringido el acceso a las habitaciones que colindan con esa fachada lateral que se ha venido abajo. Pedro Muriel avanza que las primeras impresiones concluyen que la causa de la caída de esa parte del bloque tuvo que ver con la lluvia, ya que los inquilinos han ofrecido testimonios sobre los problemas que venían sufriendo desde hace tiempo. Uno de ellos ha señalado a HOY que incluso se presentó una queja a la administración del bloque y que tenía preparada una reclamación por escrito, aunque no la llegó a registrar. Tampoco en el Ayuntamiento hay constancia, según el edil de Seguridad, de que hubiesen llegado denuncias en relación al estado del bloque.

«El edificio no tiene en su estructura daños. La inspección de los técnicos sí han comprobado que hay unos problemas de humedad, con fisuras que pueden estar relacionadas con el derrumbamiento. En las últimas fechas, los vecinos ya habían percibido un aumento de la humedad», ha afirmado Pedro Muriel. La comunidad ha contratado los servicios de un arquitecto para valorar la situación y elaborar el proyecto de reparación y refuerzo de esa fachada.

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Así ha quedado el edificio de Nuevo Cáceres tras el desprendimiento de la fachada

«Se va a actuar de forma urgente y de emergencia», confirma Muriel, a la espera de «las medidas cautelares que tienen que ver con esas cinco viviendas». Sería un precinto completo o una utilización parcial. «Son viviendas grandes y los espacios habitables no afectados permitirían el uso, salvo las habitaciones que están en el lateral», añade.

Al mismo tiempo, descarta que haya una notificación previa sobre problemas en este bloque en Disciplina Urbanística del Ayuntamiento. En estos momentos, los técnicos continúan en el lugar de los hechos a la espera de decidir. «Anoche ya observaron que lo recomendable era que no se utilizasen las habitaciones próximas al lateral», insiste. No hay vecinos en sus pisos, salvo los que se han desplazado para recoger objetos personales. Muriel ha repetido que el Consistorio está «a disposición» de las familias. De momento ninguna de ellas ha comunicado necesidades de alojamiento y han preferido desplazarse a casas de sus familiares en lugar de algún hotel. «Al final todas las familias acordaron que lo más razonable era abandonar esas viviendas. Se ha hecho de forma normalizada. Era lo más seguro», concluye.