La histórica compañía 'La Cubana' llega por primera vez a Cáceres

Cristina Núñez

Cáceres

Jueves, 7 de marzo 2019, 20:49

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Revuelo general en el Quiosco de la Música a eso de las 12 de la mañana de este jueves. La histórica compañía catalana 'La Cubana' desembuchó su cóctel de música, alegría, humor, confeti y color en una rueda de prensa muy especial, de cara al público, con la que se pretendía enganchar a los viandantes para que acudan a alguna de las cinco funciones que ofrecen desde este jueves en el Gran Teatrode Cáceres.

Es la primera vez que este grupo de teatro cómico, nacido en 1980 y que revolucionó la escena de esos años, llega a Extremadura. Lo hace con una obra estrenada recientemente y que anda de gira por toda España para llegar a Madrid en septiembre. 150.000 espectadores ya la han visto. «Estar en Extremadura después de 40 años era una asignatura pendiente y que nos hacía mucha ilusión», destacaba este jueves el director del montaje, Jordi Milán, que apuntaba también al «enorme esfuerzo hecho». Tras la primera sesión del jueves, este viernes hay una función a las 21 horas. El sábado hay dos pases: uno a las 18 y otro a las 22, y el domingo la cita es a las 19 horas. Los precios oscilan entre los 29 y los 35 euros y hay descuentos para grupos grandes. Oferplan también ofrece precios especiales.

La compañía, que ha echado el resto en promoción y difusión desde hace semanas ofrece un espectáculo en el que se trata «el teatro de la vida cotidiana, con el vocabulario normal de la calle, con el que la gente se siente identificada». Milán explicó que es un humor «divertido, con algún punto socarrón y picajoso, como decís aquí». El eje sobre el que gira todo es la historia de Arturo Cirera Mompou, un señor de 101 años que fallece y del que se celebra un divertido y poco convencional funeral. 'La Cubana' adapta los personajes a las ciudades a las que llega, y Arturo Cirera es un señor nacido en Cáceres, en la calle Pintores. «Estudió aquí, pero su padre era un médico catalán y le trasladaron a otro sitio, aunque siempre mantuvo siempre una relación con la ciudad», explica Jordi Milán.