Llopis documenta el deterioro del barrio y pide soluciones al Ayuntamiento de Cáceres

Su tono crítico admite pocas dudas. Da igual quién gobierne. En el PSOE se lo reprochaban, precisamente por su proximidad al partido y al sindicalismo. Sin embargo, Ayuso ejerció en el anterior mandato como una de las voces más reivindicativas. Lo vuelve a hacer. En el informe que ha presentado en el Consistorio se documentan en 25 páginas cerca de un centenar de deficiencias. Se detallan una a una las carencias. Además de explicarlas de forma pormenorizada se adjuntan imágenes. Nada menos que 56 fotografías completan un dossier que ahora pone al Ejecutivo local ante la obligación de actuar y dar explicaciones.

Desde los «agujeros» que hay en las aceras hasta contenedores que generan malos olores en la Roche Sur-Yon, problemas de accesibilidad, con los aparcamientos o un emblema de la ciudad como es la Ribera del Marco y que exhibe su estado de abandono a su paso por la Ronda de San Francisco, todo ello en plena calzada romana y en un eje que suele ser transitado por peregrinos «que vienen de todo el mundo y se llevan una imagen lamentable», sugiere Ayuso. Ya ha puesto el acento en ese problema en otras ocasiones.

Cuentan los vecinos en el informe que el sendero de la Ribera tiene 1,5 kilómetros en el tramo inicial, un corredor urbano que fue «acondicionado para su uso y disfrute», pero en el que ahora se observan restos de mobiliario urbano por el suelo, vallas rotas y un notable abandono. Reclama Llopis «devolver a la Ribera sus condiciones naturales, recuperando su ciclo hidrológico», pero también «frenar el avance del deterioro que sufre este entorno para convertirlo en un recurso». Hay que recordar que la rehabilitación del arroyo de Cáceres fue uno de los proyectos estratégicos durante la campaña electoral del PP. De hecho, ya hay una primera partida presupuestaria que tendrá que materializarse ahora.

«En accesibilidad estamos muy, pero que muy mal», resume José Antonio Ayuso. Invita al Ayuntamiento a preguntar «a las personas con movilidad reducida, personas mayores o cualquier otra» que padezca las deficiencias localizadas. Un primer listado suma una decena con pasos de peatones sin pintar, baldosas levantadas, ausencia de contenedores adaptados o trampas urbanas para quienes se mueven en silla de ruedas. La fotografía que ilustra esa denuncia es la de un paso de peatones en Cervantes. Están a la espera tras haber enviado una queja anterior al concejal de Fomento, en septiembre.

«El problema es que esta es otra de las cuestiones que viene de lejos. Faltan las rejillas y eso se convierte en una encerrona para una persona en silla de ruedas», insiste Ayuso. Aclara que en ese informe se limitan a constatar las imperfecciones. No hay ningún interés político, más allá de que el Gobierno local actúe. «Siempre lo hemos hecho así y los seguiremos haciendo con independencia de que sea un partido u otro», resume. Hasta 20 pasos que incumplen la normativa de accesibilidad aparecen en otra relación imágenes adicionales.

Otro caso es el de la acera a doble altura en Ronda de San Francisco, donde asegura el colectivo vecinal que ya se han producido varias caídas. «Todos los gobiernos municipales se lavan las manos sin que ninguno quiera darle solución», protestan.

La lista es amplia y tiene ejemplos concretos. Uno es el de la escasa iluminación en zonas verdes como el parque Juan Iglesias Marcelo. «Muchas son las mujeres que comentan que por las noches sienten miedo al pasar», se advierte.

Dos puntos llamativos son los de las antiguas casas policiales y el puente de la Hispanidad. Sobre la propiedad inmobiliaria de la Mutualidad de Previsión Social de la Policía (Mupol), lo último que se supo en marzo fue que el Ayuntamiento ultimaba un convenio que permitiría la regeneración urbana con la apertura por la parte trasera de una plaza jardín. No ha vuelto a haber noticias. «Estamos cansados de pedirlo. Es lamentable como está eso, tan mal como el bloque C pero en el centro», sugiere Ayuso.

El presidente vecinal cita en el informe presentado que no se entiende que el Ayuntamiento «mire hacia otro lado» en un asunto que lleva 16 años a la espera. También el puente de la Hispanidad exhibe su mínimo estado de conservación. Paredes desconchadas, falta de higiene, pìntadas y aspecto decrépito reciben a quien pasa por allí. «No se va a caer aunque algo podrían hacer. El mantenimiento deja mucho que desear», sentencia.

«Ni Llopis ni Espiri merecen este abandono», resumen los vecinos en una pancarta.