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La paciencia ha durado menos de dos años. En junio de 2023 llegó al Gobierno municipal el PP, pero los vecinos de Llopis Ivorra-Espíritu ... Santo no van a esperar a que se cumpla el segundo aniversario de esa fecha para echarse a la calle. Tienen previsto hacerlo en una semana, el próximo día 14 a partir de las ocho de la tarde.
La convocatoria parte de la asociación vecinal, que representa a dos barriadas. Su presidente, José Antonio Ayuso, presume de carácter reivindicativo con independencia del partido que gobierne. Próximo al PSOE por su vinculación sindicalista a UGT, a Ayuso tampoco le tembló la mano durante el mandato de Luis Salaya. Mantuvo una línea muy crítica por la falta de inversiones en los barrios. Como ahora, también planteó echarse a la calle.
Sin embargo, Salaya logró parar la protesta, que se convocó para octubre de 2022 y no se llegó a celebrar. El entonces alcalde se vio obligado a bajar a la arena para serenar los ánimos y protagonizó un sorprendente cara a cara en las calles del barrio con cerca de un centenar de vecinos a los que atendió uno por uno. Ahora, la asociación ultima las gestiones con la Subdelegación del Gobierno para lograr la autorización administrativa y manifestarse en la vía pública, en concreto, en la Roche Sur Yon, uno de los símbolos de su marginación, sostiene el colectivo.
«Este es el rincón de la mierda». «Vas al centro y todo limpio y aquí...». Al anterior regidor de Cáceres, Luis Salaya, le tocó escuchar cosas como esa una tarde de septiembre de 2022. Se reunió con los vecinos en la calle Nicaragua y allí dio todas las explicaciones que le pidieron. A veces lo hizo con dificultad porque los residentes se pisaban la palabra entre sí y era difícil coger el ritmo en un diálogo algo atropellado. «Este deterioro se ve día a día con tan solo salir a pasear por Llopis Ivorra o el Espíritu Santo», denunciaron los vecinos en un escrito de casi una treintena de páginas. Allí detallaban sus reivindicaciones. Lo habían presentado en el Consistorio en 2021. A finales de 2023 lo volvieron a repetir. Documentaron un centenar de deficiencias.
Los problemas son los mismos y siguen latentes. La única diferencia, opinan, es que entonces gobernaba el PSOE y ahora lo hace el PP. Su sensación es idéntica, están abandonados por el Consistorio.
A Salaya, el gesto de reunirse con los vecinos y recibir al colectivo vecinal le permitió 'salvarse' de la manifestación. Fue desconvocada. Rafael Mateos aún tiene unos días de margen hasta el 14 de marzo para intentar algún movimiento similar. Lo consiguió con Montesol, que anunció una movilización por el traslado del mercadillo y optó por suspenderla tras convocarles el regidor a un encuentro.
«Vamos a manifestarnos por el abandono que sufrimos. Sobre todo reclamamos que se haga la obra de la Roche Sur Yon. Había 200.000 euros en los presupuestos participativos de 2022, pero nos ignoran. Me temo que nos pase como a Médico Sorapán, que ha perdido 365.000. No lo vamos a permitir», zanja José Antonio Ayuso. El presidente detalla los aspectos principales de la protesta. «Vamos a luchar con uñas y dientes para que ese dinero venga al barrio. Hicimos alegaciones al presupuesto el año pasado y se comprometieron a que no se perdería. Seguimos igual». Ayuso se refiere a una situación que se prolonga en el tiempo, «una discriminación que no vamos a consentir», concluye.
Ya en 2024, una reclamación administrativa a las cuentas del ejercicio llevó a la asociación de vecinos de Llopis a resaltar que ni la inversión aprobada para la Roche Sur Yon se había ejecutado ni el nuevo presupuesto había recogido la partida pese al compromiso del Gobierno en hacer la obra.
Decía el colectivo vecinal entonces que la segunda fase de la intervención completaría la actuación que llegó hasta Río Miño y el entorno del supermercado de la barriada, la popular Maruchi. Justo ese es el lugar elegido para manifestarse desde las 20 horas del día 14.
«En defensa de nuestro barrios», defiende la asociación de Llopis-Espíritu Santo en el cartel de la convocatoria. Pero no es esa la única deficiencia detectada en una larga lista en la que aparecen los problemas de iluminación en la vía pública, el estado de los parques, la falta de vigilancia policial o la ausencia de papeleras y contenedores adaptados.
En el documento que detalla las carencias y que se difundió hace un año estaban también la falta de mantenimiento del puente de la Hispanidad, paradas del bus sin marquesina, problemas de accesibilidad, el estado decrépito e insalubre de las antiguas casas policiales de Cervantes y el deterioro progresivo del corredor urbano de la Ribera del Marco, entre otras. «Porque no haya desigualdad ni marginación en nuestros barrios», es uno de los lemas de la jornada de protesta en la que se defenderá una idea principal: «Todos y todas deberíamos ser iguales para el Gobierno municipal».
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